Este lunes el ministro de Minas y Energía brasileño, Alexandre Silveira, le exigió a la empresa Enel restablecer el servicio de energía luego de que parte de la ciudad de Sao Paulo estuviera tres días seguidos sin luz.
Fue el viernes en la noche, tras el paso de una tormenta, que el servicio eléctrico fue interrumpido y afectó a más de dos millones de clientes.
Según reportan medios locales, hasta la mañana de esta jornada aún habían más de 460.000 personas que no tenían electricidad, lo que incluso impide el acceso a agua potables en varios casos. El apagón produjo que una parte de la ciudad se sumiera en la oscuridad.
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El ministro Silveiro solicitó a las concesionarias de Brasil formar un grupo de trabajo para colaborar con los problemas que estaría enfrentando Enel en la restitución del servicio.
Por su parte, la empresa todavía no ha informado en cuánto podría reponerse la electricidad en la totalidad de las localidades afectadas.
Anteriormente, comunicaron que para completar la reposición era necesaria la reconstrucción de kilómetros de cables, reemplazar postes y transformadores.
Estos elementos fueron afectados por la caída de árboles sobre ellos y por los vientos que alcanzaron hasta 107,6 kilómetros por hora.
El secretario de Estado advirtió que las empresas concesionarias que no se planifiquen con anticipación a eventos que puedan producir estos desabastecimientos «serán penalizadas».
La Contraloría brasileña comunicó la ejecución de una auditoría por el proceso que abrió la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) en contra de Enel durante el 2023 por otro apagón.
La empresa había sido multada ese año por 165 millones de reales, más de $26 mil millones, aunque apelaron ante la Justicia y no pagaron.