La tensión entre la Casa Blanca y la agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) alcanzó su punto álgido este viernes. El gobierno de Donald Trump bloqueó indefinidamente el acceso de la agencia a lugares clave como el Despacho Oval y el avión presidencial Air Force One.
La medida, según el portavoz de la Casa Blanca, Taylor Budowich, se debe a que AP se ha negado a adoptar la nueva denominación oficial del golfo de México, que desde el regreso de Trump a la Casa Blanca pasó a llamarse “golfo de América”.
EL DECRETO QUE DESATÓ EL CONFLICTO
El desencadenante de este enfrentamiento fue uno de los primeros decretos firmados por el presidente en su regreso al cargo. Ordenó cambiar el nombre del golfo de México, utilizado durante más de 400 años, a “golfo de América”.
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El cambio, que se formalizó en una firma mientras Trump sobrevolaba el área en su camino hacia Nueva Orleans, fue rápidamente implementado por gigantes tecnológicos como Google y Apple, pero solo en su versión estadounidense. Sin embargo, AP, junto con otros medios internacionales, decidió mantener el nombre original, lo que llevó a la prohibición de acceso.
EL VETO Y LAS CONSECUENCIAS
El veto contra AP se hizo oficial a través de un tuit de Budowich, quien expresó que la agencia estaba “ignorando el cambio de nombre geográfico legal del golfo de América”.
“Esta decisión no solo divide, sino que también expone el compromiso de AP con la desinformación”, dijo el funcionario. Además, subrayó que, aunque la agencia tiene derecho a ejercer su periodismo de forma independiente, eso no les daba acceso irrestricto a la Casa Blanca.
A pesar de la prohibición, AP defendió su posición, asegurando que su audiencia es global y que la decisión de cambiar el nombre solo afecta a los Estados Unidos. La agencia aclaró que, en caso de referirse al golfo, indicaría que el gobierno estadounidense lo ha renombrado, pero que seguiría utilizando el nombre tradicional.
LA CONTROVERSIA SE INTENSIFICA
La postura de AP no es única en los medios estadounidenses. Grandes nombres como The New York Times, Reuters y Los Angeles Times también continúan utilizando la denominación de “golfo de México”.
Este hecho refleja una clara división entre los medios que se resisten a aceptar el cambio impuesto por Trump y la administración, que ve el cambio como un símbolo de nacionalismo y una guerra cultural en marcha.
LA BATALLA DE LOS NOMBRES Y LA LIBERTAD DE PRENSA
El conflicto entre la Casa Blanca y AP refleja una constante tensión en el gobierno de Trump con los medios de comunicación, especialmente con aquellos que son percibidos como opositores al movimiento MAGA (Make America Great Again).
De hecho, muchos simpatizantes de Trump llaman a la agencia «American Pravda», en alusión al diario oficial del Kremlin en tiempos de la Unión Soviética. Por lo que, más allá de un simple nombre geográfico, se pone de manifiesto un enfrentamiento ideológico
Dejando entrever lo que pone de manifiesto el enfrentamiento ideológico que va más allá de una simple disputa por un nombre geográfico.
La prohibición de acceso de Trump a AP es solo el último capítulo de una serie de enfrentamientos entre el presidente y los medios de comunicación. Esta situación destacan una peligrosa confrontación entre el poder político y la libertad de prensa.
La batalla por el «golfo de América» podría ser solo el inicio de una serie de acciones similares.
The Associated Press continues to ignore the lawful geographic name change of the Gulf of America. This decision is not just divisive, but it also exposes the Associated Press’ commitment to misinformation. While their right to irresponsible and dishonest reporting is protected…
— Taylor Budowich (@Taylor47) February 14, 2025