La exdirectora regional del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg) de la región de Los Ríos, Isabel Amor, aseguró que no tiene ninguna intención de «pegarle al Gobierno», pero que tomará acciones legales frente a su despido.
«Y si implica en la Corte Interamericana, por cierto implicará en la Corte Interamericana”, aseveró.
Esto, tras la confirmación por parte de Contraloría del cese de su cargo apenas dos días después de haberlo asumido, en el cual el ministerio de la Mujer adujo «pérdida de confianza«.
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«BOLSA DE PAYASO»
Las declaraciones las hizo en conversación con Chilevisión Noticias, donde explicó que “yo no vengo a este lugar a tratar de dificultarle la vida a un ministerio, vengo a trabajar por las mujeres de Ñuble con un compromiso bien bonito y bien presente todos los días”.
Agregó que «yo no tengo ningún problema con el gobierno, ni tengo intención alguna en pegarle al gobierno, en dañar al gobierno”.
“Mis problemas concretamente tienen que ver con un despido que me parece arbitrario».
«Me parece que se funda en cuestiones que van contrarias a la ley, que como existe esto de la exclusiva confianza, que es como una bolsa de payaso donde cabe todo y esto está directamente mal”, dijo.
CONTROL DE DAÑOS
«Si tú lo piensas, la única persona que ha tratado de hacer control de daños en todo este asunto soy yo, la despedida», dijo respecto de las circunstancias que justificaron su despido.
Se refería a que dio a conocer al SernamEG el borrador de una entrevista dada a El Mercurio donde abordaba la condena a su padre, Manuel Amor Lillo, médico cirujano que se desempeñó como encargado del hospital de campaña del Estadio Nacional.
Una sentencia de la Corte Suprema lo declaró cómplice en el secuestro de Luis Corvalán Castillo, militante de las Juventudes Comunistas e hijo de Luis Corvalán Lepe, secretario general del Partido Comunista de Chile en 1973.
