La economía mundial se desacelerará por tercer año consecutivo, según lo informado por el Banco Mundial a través de un comunicado. El crecimiento económico mundial se desacelerará en 2024, alcanzando un nivel del 2,4 %, el tercer año consecutivo de desaceleración. Este declive se debe a una serie de factores, entre los que se incluyen:
Condiciones financieras adversas: Los mercados financieros están volátiles y los costos de financiamiento están aumentando, lo que está dificultando a las empresas y los hogares obtener crédito.
Comercio e inversión global en niveles bajos: El comercio mundial se ha estancado y la inversión extranjera directa ha disminuido, lo que está ralentizando el crecimiento económico.
Además de estos factores, hay una serie de riesgos que podrían agravar la desaceleración económica mundial, entre los que se incluyen:
Conflictos en Oriente Medio: El conflicto en Ucrania ha intensificado los riesgos geopolíticos, y un posible conflicto en Oriente Medio podría tener un impacto aún mayor en la economía mundial.
Tensiones financieras: Las tensiones financieras podrían aumentar si los bancos centrales se vuelven demasiado agresivos en su lucha contra la inflación.
Persistencia de la inflación: La inflación podría permanecer alta por más tiempo de lo previsto, lo que podría provocar una pérdida de confianza en la economía y un mayor deterioro de las condiciones financieras.
Fragmentación del comercio: La fragmentación del comercio podría dificultar la recuperación del comercio global, lo que sería un golpe para el crecimiento económico mundial.
Desastres climáticos: Los desastres climáticos podrían causar daños económicos significativos, lo que podría agravar la desaceleración económica mundial.
La cooperación internacional es esencial
La cooperación internacional es esencial para abordar los desafíos que enfrenta la economía mundial. Los países deben trabajar juntos para aliviar la deuda, facilitar la integración comercial, abordar el cambio climático y reducir la inseguridad alimentaria.
Políticas macroeconómicas y estructurales adecuadas
En los mercados emergentes y economías en desarrollo (MEED), los exportadores de productos básicos enfrentan desafíos relacionados con la prociclicidad y la volatilidad fiscal. Políticas macroeconómicas y estructurales adecuadas, junto con instituciones funcionales, son cruciales para impulsar la inversión y las perspectivas a largo plazo.
Perspectivas regionales
Las perspectivas de crecimiento varían entre las regiones de MEED, afectadas por eventos internacionales e internos. Se espera una desaceleración en Asia oriental y el Pacífico debido a la disminución del crecimiento en China, mientras que Europa y Asia central moderarán su crecimiento en 2024 pero mostrarán un aumento en 2025. América Latina y el Caribe experimentarán un crecimiento ascendente, y Oriente Medio y el Norte de África verán un repunte. Asia meridional experimentará una disminución en 2024, seguida de un aumento en 2025, y África subsahariana mostrará un repunte sostenido en su crecimiento hasta 2025.
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