Los anteojos de sol no solo son un accesorio, son un imprescindible para el verano, ya que proporcionan protección para los ojos y la piel. La exposición prolongada al sol sin protección puede causar diversos problemas de salud, como cataratas, degeneración macular y tumores.
¿Cómo elegir los anteojos de sol adecuados?
Al elegir anteojos de sol, es importante considerar los siguientes factores:
Protección UV: los anteojos de sol deben tener filtros UV que bloqueen al menos el 99% de la radiación UV-A y UV-B.
Tamaño: los anteojos deben cubrir los ojos por los costados para brindar protección periférica.
Forma: la forma de los anteojos debe adaptarse a la cara para evitar que la luz entre por los laterales.
Color de las lentes: los colores oscuros ofrecen una mayor protección contra la luz solar, pero también pueden dificultar la visión en condiciones de poca luz.
¿Qué precauciones debemos tomar al usar anteojos de sol?
Utilizarlos siempre que estemos expuestos al sol, incluso en días nublados.
Revisar los anteojos con regularidad para verificar que los filtros UV sigan siendo eficaces.
Guardarlos en un lugar seguro para evitar que se rayen o se rompan.
Lea también Una nueva prueba de proteínas plasmáticas mejora la detección temprana del cáncer
Los niños también deben usar anteojos de sol a partir de los 3 años. Los anteojos deben ser flexibles y de tamaño adecuado para la cara del niño.
La elección cuidadosa y el uso adecuado de anteojos de sol son medidas esenciales para preservar la salud ocular y disfrutar de manera segura del verano y sus actividades al aire libre.
Recomendaciones adicionales
Además de elegir anteojos de sol con filtros UV, es recomendable seguir estas recomendaciones:
Usar un sombrero con visera para proteger la zona ocular.
Aplicar protector solar en la piel del rostro y los párpados.
Evitar mirar directamente al sol.
Siguiendo estas recomendaciones, podemos disfrutar del verano sin poner en riesgo nuestra salud ocular.
