Dentro de un contenedor que, en teoría, transportaba únicamente efectos personales, artículos del hogar y enseres de un ciudadano chileno que regresaba al país tras varios años de trabajo en Europa, funcionarios de la Dirección Regional de Aduanas de San Antonio detectaron mercancías no declaradas.
Entre los objetos ocultos se encontraron 16 piezas de pieles de animales disecadas, detalladas de la siguiente manera: un abrigo de piel, seis gorros de piel de zorro, cuatro cantimploras forradas en piel y cinco alfombras decorativas confeccionadas con pieles de león, lince, cebra, oryx gazella y zorro.
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La carga arribó por vía marítima al puerto de San Antonio, donde, tras un análisis de riesgo, los fiscalizadores de Aduanas determinaron inspeccionar el contenido en detalle. El envío se acogía a una de las franquicias disponibles para ciudadanos que retornan al país y estaba a nombre del chileno C.E.S.B.
PROCEDIMIENTO
Además de incurrir en contrabando al no declarar las pieles, el responsable transgredió la Ley N° 20.962, que en Chile regula la aplicación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Ante estos hechos, el equipo jurídico de la Aduana Regional de San Antonio presentó la querella correspondiente, quedando la investigación en manos de la Fiscalía de San Antonio.
«Este exitoso procedimiento evidencia que el minucioso trabajo de fiscalización que realizan nuestras funcionarias y funcionarios es esencial para detectar los diversos tipos de ilícitos que persigue Aduanas, y las normativas que nos corresponde aplicar en todos los ámbitos donde nos desempeñamos», destacó el director regional Ángelo Vergara.
