Chile ha dado un inesperado salto al protagonismo en el escenario naval global. Un reciente informe del medio especializado Military Watch posicionó al país como la única potencia sudamericana con presencia en el exclusivo grupo de naciones que operan submarinos balísticos. A nivel mundial, comparte el cuarto lugar con Francia y Reino Unido, por encima de India, Corea del Sur y Corea del Norte.
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El ranking considera la cantidad y capacidad estratégica de este tipo de unidades, y destaca que Chile posee cuatro submarinos con capacidades que, si bien no son nucleares, mantienen capacidad disuasiva y de vigilancia de alto nivel. Dos pertenecen a la clase Thomson y otros dos a la moderna línea Scorpène, todos actualmente operativos desde el puerto de Talcahuano, en la región del Bío Bío.
TECNOLOGÍA EUROPEA Y OPERATIVIDAD ESTRATÉGICA
Los astilleros de Alemania construyeron los submarinos Thomson (SS-20) y Simpson (SS-21) en la década de 1980, y los astilleros nacionales los modernizaron durante los años 90. En los 2000, Chile desarrolló los modelos Carrera (SS-22) y O’Higgins (SS-23) junto a astilleros de Francia y España, en el marco de un programa que reemplazó a la antigua flota Oberon, ya retirada.
La Armada diseñó estas unidades para ejecutar operaciones de sigilo, inteligencia y patrullaje en zonas estratégicas como el Pacífico Sur y el Archipiélago Juan Fernández, donde ya las ha desplegado en misiones de vigilancia frente a la pesca ilegal.
ÚNICO PAÍS LATINOAMERICANO DEL LISTADO
La inclusión de Chile en este ranking sorprendió a varios analistas internacionales, no solo por el número de unidades, sino también por su nivel de preparación y autonomía operativa. Mientras las potencias tradicionales como Estados Unidos, Rusia y China lideran el listado, Chile se consolidó como un actor regional de peso y un referente en disuasión marítima.
Medios internacionales han comenzado a referirse a la Armada chilena como una “potencia silenciosa”, capaz de proyectar presencia en aguas internacionales y actuar con rapidez ante eventuales amenazas.
Con esta posición, Chile no solo supera a gigantes regionales como Brasil o Argentina, que no figuran en el listado, sino que además se instala en el radar geopolítico como un país que invierte sostenidamente en defensa estratégica, con una postura activa en la protección de su soberanía marítima.