En el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago el Servicio de Impuestos Internos (SII) presentó una querella por delitos tributarios en contra de los hermanos Jalaff Sanz -Álvaro y Antonio-, y el ex ejecutivo Marcelo Medina del Gatto.
Los acusa de haber presentado formularios de declaraciones anuales de impuestos “maliciosamente falsos”. Son los correspondientes a los años tributarios 2022 y 2023, con el propósito de “declarar pérdidas tributarias artificiales”.
La querella contra Álvaro Jalaff dice relación con su condición de representante legal de cuatro sociedades. Se trata de Inversiones 540 S.A., Inversiones Ensenada Limitada, Inversiones Barros Negros Limitada e Inversiones Kingston SpA.
Lea también: Guerra ofrece disculpas por los chats pero no los niega
Contra Antonio Jalaff, en tanto, es como administrador de hecho de todas esas empresas.
Y contra el contador auditor Marcelo Medina del Gatto, “por la responsabilidad que le corresponde como autor del delito tributario previsto y sancionado en el artículo 97 N° 4 inciso primero del Código Tributario”.
«OPERACIÓN ORGANIZADA»
Según los cálculos del SII, el perjuicio fiscal causado por las empresas involucradas llega a $161 millones. Incluye $66 millones de Inversiones Ensenada Limitada, $14 millones de Inversiones Barros Negros Limitada y $81 millones de Inversiones Kingston SpA.
Según el libelo, se utilizaron facturas falsas emitidas por las sociedades Inversiones DAS Limitada e Inversiones Guayasamín SpA que no correspondían a trabajos reales.
Sostiene, también, que estas acciones no fueron hechos aislados, sino una operación organizada para “ocasionar una disminución de la base imponible”. Esto, agrega, afectó directamente la recaudación fiscal.
Los hermanos Jalaff están en la mira de la justicia desde el inicio del Caso Audio en noviembre del año pasado.
Ciper Chile publicó una conversación grabada por la abogada Leonarda Villalobos entre ella, el abogado Luis Hermosilla y Daniel Sauer, socio de Factop.
Ahí se plantea la creación de una ‘caja negra’ para pagar coimas a funcionarios públicos ante la posibilidad de ser investigados por la emisión de facturas ideológicamente falsas.
Es en ese tema que el apellido Jalaff suena en varias oportunidades.
