La defensa del exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve ingresó un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago.
La idea es que la exautoridad abandone la Cárcel de Rancagua donde está recluido desde el miércoles, y cumpla la medida cautelar en su casa o domicilio. La razón: motivos de “seguridad”.
Esto, luego que ayer se informara que la líder de la banda criminal Los Marchant lo amenazara cuando coincidieron en el hospital penitenciario.
Lea también: Cordero: «Probablemente hubo uso de gastos reservados por Monsalve»
«Te vamos a poner la mano encima, violador conch…» es lo que le habría gritado la mujer.
Además, Monsalve también ha recibido improperios en el patio del recinto penal, tal como lo confirmó ayer el director nacional de Gendarmería, Nelson Urra.
En cambio, según el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, la cárcel de Rancagua cumple con los requisitos para garantizar que «esta persona no correrá ningún riesgo respecto a su integridad».
«SEGURIDAD INDIVIDUAL»
“Por medio de la presente acción constitucional de amparo no se persigue en caso alguno discutir ni los fundamentos mismos de la resolución del 7° Juzgado de Garantía de Santiago, ni tampoco su falta de fundamentación», parte aclarando el recurso de amparo presentado por los defensores de Monsalve.
Recalca que «específicamente se persigue salvaguardar la seguridad individual del amparado, señor Manuel Monsalve Benavides”.
La finalidad es “que la Corte de Apelaciones adopte todas las medidas que el derecho permita para garantizar la seguridad individual del amparado durante la ejecución de la prisión preventiva decretada y especial».
Además, plantea «que ordene de manera perentoria e inmediata, que el amparado no cumpla dicha medida en un recinto carcelario, sino que derechamente en su casa».
A juicio de los abogados, “resulta evidente que se trata de una persona especialmente vulnerable a atentados contra su vida, integridad física, psíquica y a ataques que pretendan obtener información clasificada y sensible para la Seguridad Interior del Estado».
Argumentan, asimismo, que eso «lo hace tan vulnerable a esta naturaleza de ataques que su privación de libertad en un recinto carcelario afecta de inmediato y por esa sola circunstancia su seguridad individual”.