La salida de la exconvencional Rosa Catrileo del Ministerio de Desarrollo Social ha reabierto el debate sobre los avances en la agenda indígena impulsada por el Gobierno.
Catrileo, en entrevista con El Mercurio , explicó que su decisión de renunciar se debe principalmente a su insatisfacción con la importancia otorgada a esta agenda. Según afirmó, la agenda indígena ha quedado relegada a «una tercera o cuarta posición» en las prioridades del Ejecutivo.
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CRÍTICAS PREVIAS AL AVANCE INDÍGENA
Este tipo de cuestionamientos no son nuevos. Durante el año, las diputadas mapuches Ericka Ñanco (FA) y Emilia Nuyado (PS) ya habían criticado el escaso progreso en materias de derechos indígenas y territoriales.
Nuyado destacó las falencias en políticas como el aumento de becas, proyectos de infraestructura y acceso a agua potable rural para comunidades indígenas. También subrayó la necesidad de avanzar en mecanismos efectivos para la restitución de tierras, recordando que el Presidente había prometido priorizar estos temas, aunque en la práctica los avances han sido limitados.
Ñanco, por su parte, reiteró la importancia de un reconocimiento constitucional para los pueblos originarios, enfatizando la revitalización cultural y lingüística como medidas concretas. Además, instó a cumplir los compromisos adquiridos bajo el Convenio 169 de la OIT.
REACCIONES TRAS LA RENUNCIA
La renuncia de Catrileo generó diversas opiniones dentro del oficialismo y la oposición. El diputado Héctor Ulloa (Ind.-PPD) señaló que las críticas de Catrileo reflejan una visión desfasada, insinuando que podrían responder a estrategias políticas con miras a futuras elecciones.
El diputado Hernán Palma (Ind), miembro de la comisión de Derechos Humanos y Pueblos Originarios, afirmó que el Gobierno no ha abordado de manera integral los temas indígenas y criticó la burocracia y la falta de diálogo como factores que
Palma también mencionó la influencia de sectores de derecha que, según él, instrumentalizan ciertas facciones para obstaculizar el progreso.
La diputada oficialista Lorena Fries (FA) lamentó la renuncia de Catrileo, calificándola como una figura clave para los pueblos indígenas y el progresismo.
Sin embargo, reconoció que el avance de la agenda depende en gran medida de un Parlamento donde el apoyo a los derechos indígenas es limitado.
UN LLAMADO A LA RESPONSABILIDAD
Ericka Ñanco también se refirió nuevamente al tema tras la renuncia de Catrileo, y señaló que las críticas externas deben ir acompañadas de una autocrítica sobre los resultados alcanzados mientras se ocupaban cargos de confianza
«Más que deslindar culpas, lo que necesitamos es compromiso y trabajo serio para avanzar en los derechos de los pueblos indígenas, y no discursos tardíos que buscan posicionamientos personales de cara a futuras elecciones», puntualizó.
La salida de Rosa Catrileo ha reactivado un debate pendiente sobre la relevancia de la agenda indígena en el Gobierno, evidenciando tensiones y diferencias de visión dentro del oficialismo. Esto plantea un desafío para las autoridades en su intento de cumplir con las expectativas generadas al inicio de su mandato.
