Política

Ser alcaldesa en comuna «vulnerable»: sólo para valientes

José Miguel Ortiz.

La Pintana
Alcaldesa re electa de La Pintana, Claudia Pizarro. Foto AGENCIA UNO
La alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro tiene una cicatriz por una quemadura con un brasero. Le pasó en la casa donde vivía con su abuela, ahí cocinaban en ese brasero.

La alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro tiene una cicatriz por una quemadura con un brasero. Le pasó en la casa donde vivía con su abuela, ahí cocinaban en ese brasero.

LA MARCA DE LOS POBRES

Ella ve todos los días esa cicatriz en su pierna. «Es la marca de los pobres», dijo en una entrevista que le hizo el escritor Pablo Simonetti.

Contó también que su mamá era asesora del hogar y su papá zapatero. Su participación en la comunidad eclesial de base, en plena dictadura, la acercó más al crudo mundo de la marginalidad.

«Tratábamos de ayudar a los niños que inhalaban neoprén  en la población La Victoria…    «Vivimos en un hoyo arenero, donde hoy está el parque Andrés Jarlan».

«Uno tiene que ser fiel a su origen, en el lugar que estemos, porque estamos de paso».  Tiene que ver con las convicciones, con las cicatrices que todos llevamos.

Su madre era demócrata cristiana y su padre de izquierda.

Después que fue mamá y se separó, empezó a estudiar de noche Administración Pública. Trabajando durante todo el día, porque el presupuesto familiar era muy reducido.

SOLEDAD ALVEAR ME PIDIÓ QUE ME POSTULARA A CONCEJAL

Soledad Alvear le pidió ser candidata a concejal en La Pintana y aceptó el desafío.

Cuando cerraron un liceo de esa comuna «entendí que debía ser alcaldesa», porque era un buen colegio y encontré que era un crimen cerrarlo».

Ha dejado claro que no le tiene miedo al narcotráfico. Aseguró con fuerza que no me digan que nos es violencia de Estado cuando llegaron muchos habitantes a una comuna y no se construyeron más escuelas o áreas verdes..

«Cuando son reclutados para ser soldados, ya es difícil recuperarlos.  El narcotráfico  cuando compra gente, a través de un par de zapatillas, es la expresión más salvaje del capitalismo».

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Frente a eso Claudia Pizarro buscó, ahora como alcaldesa, que para la gente de su comuna, exista un poco de orgullo de ser pintanina.  Y que no se avergüencen del lugar donde viven.

Y al parecer, su intento y esfuerzo no fue en vano.  Ayer fue re electa como autoridad comunal, con el 38, 8 por ciento de los votos de sus vecinos de siempre. Quizás muchos con los que alguna vez compartió en esa comunidad cristiana de base, donde conoció al padre André Jarlan, y donde jamás  imagino que sería la alcaldesa valiente que es hoy.

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