El alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel, dijo que el informe de Contraloría sobre la administración de Emilia Ríos (FA) «fue lapidario» y que existen responsabilidades penales que buscará perseguir con las querellas que anunció en el Concejo Municipal.
El informe, aseveró, «demuestra el desorden administrativo, la utilización política de las juntas del municipio, los problemas de rendición. Eso lleva sí o sí responsabilidades administrativas”.
A su juicio, existió una “intención de alterar el déficit, de disfrazarlo a través de entrega de información falsa ante el Concejo, esconder facturas y pagos en los cajones, y por lo tanto, no tenerlos acreditados en el balance”.
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Así lo planteó en Radio Duna, donde detalló que “vamos a presentar una querella seguro por fraude del Fisco, y estamos viendo si se configuran los antecedentes por maquinación fraudulenta, que básicamente tenía que ver con esconder las cifras para que no se viera el déficit”.
Además, iniciará sumarios administrativos por la “falta de cuidado de recursos públicos”.
DESORDEN
“Estoy impactado del desorden administrativo y la falta de cuidado con los recursos públicos. Es un desastre”, aseguró Sichel respecto del informe de Contraloría sobre Ñuñoa.
“No solo los problemas de rendición, sino que también la politización de la red de la municipalidad, lo que provocó fue efectos nocivos porque hubo sobrecontratación de gente para cumplir esos fines. Entonces ahí vamos a percibir el desorden administrativo, esto pasó particularmente dentro de la municipalidad y dentro de la Corporación de Desarrollo Social”, agregó.
Añadió que “tuvimos que cerrar el Café Literario porque había seis meses de deuda en internet, en la Corporación Cultural nos cortaron el agua. Habían cosas evidentes”, sin mencionar deudas en múltiples servicios de la municipalidad.
LA «DEBACLE»
“Ñuñoa era un municipio sano; hoy lo entregan con deuda. La debacle empezó fuertemente en los últimos dos años. Con las campañas se empezó a gastar más y contratar más gente de los ingresos que se generaban”, aseguró.
Por otro lado, Sichel apuntó a que “no tengo por qué creer que Emilia Ríos sabía del fraude. Eso que lo determine la justicia, pero sabía que había gente contratada y que debían favores políticos”.
