Entrevistas

Presidente de APRAJUD a EP: “Debemos reducir injerencia política en nombramientos”

Sofía Martínez

Desde APRAJUD puntualiza que “hemos ido en la línea correcta, en tratar de generar un proceso más transparente».

Desde APRAJUD respondieron por la influencia política en los nombramientos de jueces tras las revelaciones del caso Hermosilla ha puesto de manifiesto esta situación.

Para Patricio Aguilar Paulsen, presidente nacional de la Asociación de Profesionales de la Administración del Poder Judicial (APRAJUD) respecto al caso de Luis Hermosilla, “generalmente no es solo la intromisión de un articulador, sino que además demuestra efectivamente que el Poder Judicial es permeable a decisiones de índole político para el proceso de nombramiento”.

En conversación con EstáPasando planteó que “hemos ido en la línea correcta tanto en la Corte Suprema como en el Poder Judicial, en tratar de generar un proceso más transparente. Pero evidentemente, todo esto se empaña cuando surgen estos personajes, buscan favorecer a determinadas personas que quieran tener alguna prerrogativa, un privilegio para poder ser nombrado a nuestros cargos, siempre hay mucho interés por los cargos porque son escasos”.

Sobre el caso Hermosillas, y esta eventual influencia que tuvo el nombramiento de jueces. ¿Qué le parece esta situación y cómo también la toman en el Poder Judicial?

Nosotros trabajamos al interior del Poder Judicial en las distintas unidades tribunales y reparticiones del Poder Judicial.

Somos varios miles, entonces yo lo que puedo decirle es que la verdad nos parece bastante lamentable cómo han trascendido estas noticias de las influencias y tal vez indebidas y políticas respecto de algunos articuladores que han operado bajo cuerda para influir en el tomador de decisiones, que es el arte político para nombrar a jueces y ministros.

¿Cómo están enfrentando la precariedad y manejo de los escasos recursos financieros en los tribunales?

Lo que pasa es que también todo tiene que ver con el aspecto político, el aspecto político que hay, que influye dentro del poder judicial.

Respecto al caso de Luis Hermosilla, generalmente no es solo la intromisión de un articulador, sino que además demuestra efectivamente que el Poder Judicial es permeable a decisiones de índole político para el proceso de nombramiento.

Entonces, nosotros siempre hemos abogado para que haya una real separación de funciones entre lo judicial y lo administrativo, eso es dentro del gobierno judicial, pero también respecto a los nombramientos.

Nosotros hemos abogado en los dos procesos fallidos de reformas constitucionales en que, efectivamente, se transformara y se modificara este sistema que de alguna manera impone para, sobre todo, el nombramiento de ministros de la Corte Suprema, el ejercicio del poder político para finalmente el presidente de la República designar la terna para mandarlo al Senado, para que pueda tener en el Congreso, definir quién va a ser el próximo ministro que vaya a ocupar un cargo.

Finalmente, no nos debe sorprender que haya instrucciones de articuladores porque la política funciona así.

Ahora, efectivamente, nosotros hemos abogado todo el tiempo porque, además, el Poder Judicial está sometido a las designios del manejo presupuestario del ejecutivo para las necesidades del Poder Judicial.

Nosotros representamos menos del 1% de todo el presupuesto de la nación para un poder del Estado.

Comprenderás que cualquier ministerio que está hoy día operando a través del ejecutivo tiene un presupuesto más del doble y triple de lo que nosotros manejamos.

Entonces, hoy día se habla del poder judicial, pero realmente nosotros tenemos una precariedad, no solo en los activos fijos, en los inventarios, sino que la falta de dotación.

Nosotros tenemos un tremendo déficit de jueces, aunque usted no lo crea, a lo largo y ancho del país, y eso también ha impactado en que, evidentemente, si faltan jueces, también faltan funcionarios. Todo esto para poder hacer frente, nos afecta en las necesidades de justicia del país.

¿Cómo influye el caso de Luis Hermosilla en la imagen que la ciudadanía tiene sobre el Poder Judicial?

Lamentablemente da cierta imagen de opacidad sobre estos procesos, pero poco puede hacer la Corte Suprema y el poder judicial en general, porque no es un ente que sea articulado por el poder judicial.

Si comprende, este articulador, este lobista, señor Hermosilla, este abogado lo hacía al interior del ejecutivo, no lo hacía al interior del Poder Judicial.

Nosotros creemos que, a pesar del modelo que tenemos hoy día, que es en que las esquirlas son conformadas por la propia Cote Suprema, de acuerdo con un sistema de nombramiento interno para el proceso de concurso con audiencias públicas y todo.

Creo que hemos ido a la línea correcta tanto en la Corte Suprema como en el Poder Judicial, en tratar de generar un proceso más transparente.

Pero evidentemente, todo esto se empaña cuando surgen estos personajes, buscan favorecer a determinadas personas que quieran tener alguna prerrogativa, un privilegio para poder ser nombrado a nuestros cargos, siempre hay mucho interés por los cargos porque son escasos.

La carrera funcionaria dentro de judiciales es muy escasa, poco movimiento. Entonces, evidentemente, que las personas van a buscar apoyo, prefieren ser conocidos de ministro de justicia, prefieren ser conocidos del presidente de la República, prefieren ser conocidos, porque ahí tienen más posibilidad de ser nombrados, pero también aquí viene la afiliación, ya sea ideológica o política, y ahí es donde nosotros nos preocupamos.

¿El Poder Judicial puede tener su independencia?

Por supuesto, tenemos que buscar un mecanismos en que no haya tanta injerencia política para el nombramiento de ciertos cargos.

Es difícil, pero se puede. Yo creo que aquí hay que buscar un sistema más técnico, sobre esto, y nosotros hemos hecho propuestas en las reformas constitucionales.

¿Por qué no ha cambiado el gobierno judicial luego de las revelaciones del Caso Hermosilla?

Bueno, primero, porque tiene que haber una voluntad política, no sólo de ejecutivos, sino que  legislativo, o sea, en el Congreso, de querer modificar las normas legales, constitucionales que mueve al poder judicial en su gobierno judicial para que usted lo entienda mejor la Constitución actual, la actual Constitución Política de la República, en los artículos 80, 81, 82, hasta el 84, se refiere al capítulo del Poder Judicial, y por lo tanto, todas las normas que están ahí contenidas son la forma de gobierno judicial, que por supuesto ya está desgastada, que es una fórmula que tiene que ser mejorada, no hay una real separación de funciones, porque está en la Constitución.

Pero es equipo que tenemos que hacer, buscar la reforma por capítulo, por lo menos a lo que se refiere al Poder Judicial, porque hasta ahora el Poder Judicial había estado incólume frente a muchas de las observaciones, de las críticas, de lo que la opinión pública piensa.

Nosotros queremos mantener la imagen de que somos un ente independiente al servicio de las personas a través de esta justicia, pero estas cosas empañan.

Ahora, créame que lo del articulador político este poco tiene que ver el poder judicial en esto. Aquí la responsabilidad es del ejecutivo, de estar escuchando a una persona que hace de lobby para otras personas. Pero, a mí lo que se busca, efectivamente, es que los sistemas sean lo más transparente posible.

Entonces, en eso tenemos que apuntar, esa es la línea que hay que buscar, pero yo creo que tiene que ir por la vía a la reforma constitucional para poder entender que debemos mejorar.

La independencia puede enjuiciar respecto de las otras fuerzas políticas. O sea, en el fondo quiero decir que no nos podemos sorprender, y esto es lo importante, no nos podemos sorprender que el ente político quiera interferir en el nombramiento del juez.

Eso pasa en todos los países. Por supuesto, pero acá en Chile tenemos que hacerlo de una forma más transparente, que permita igualdad de oportunidades las personas que no tienen una afiliación política o que no tienen un piloto, que no tienen un santo en la corte, por decirlo no, pero que sí tienen las capacidades, las competencias necesarias para llegar a ser juez.

Entonces, nosotros pretendemos, queremos que lleguen a ser jueces los mejores candidatos que lleguen, no los que tengan prerrogativas.

La Corte Suprema reconoció espacios de “opacidad” en sistemas de nombramiento de jueces ¿Cómo lo toma usted?

La Corte Suprema hace un análisis interno adecuado respecto de esto porque se dan cuenta de que ministros de la Corte Suprema tienden a buscar apoyos inevitablemente para que en el ejecutivo y posteriormente en el legislativo puedan resultarse nombrados. Y esa es la opacidad a la que yo creo que se refiere la Corte Suprema.

Entonces, estamos hablando de una competencia por los más competentes, porque yo creo que buenos candidatos y buenas candidatas han habido siempre, pero resulta que finalmente van quedando nombrados aquel que tuvo más lobby que aquel que tuvo, no sé, más apoyo político y que finalmente resulta ser nombrado por el ejecutivo para la designación, cuando se trata de la Corte Suprema, recuerde que es el presidente que propone uno y que lo lleva al Senado para que sea nombrado finalmente allá.

Pero el Senado tiene que ver con una afiliación política y la opacidad, claro, es porque de alguna manera hay injerencia e interferencia en otro poder del Estado en el nombramiento de los jueces y juezas.}

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