Qué no se ha dicho de Cathy Barriga en los últimos días.
Análisis de su carácter, de sus excentricidades, de su vida en redes sociales, sus coreografías, el concejo municipal de Maipú con los peluches Renacín y Smapina, su fijación con el color rosado, su carroza de princesa y los mil collares Sarowsky comprados con fondos municipales que -según dijo Marlen Olivari, una de las agasajadas- parecían artesanías.
Todos, preludio del escándalo de su también mediática formalización por el más cuantioso desfalco municipal del que se tenga recuerdo: $31 mil millones.
Es como si eso de alguna manera pudiera justificar o al menos explicar todo lo demás.
Lo importante.
Que manejó la municipalidad como lo hacen algunos alcaldes: con poder total y a su completo arbitrio.
ES UN ESCÁNDALO, COMO CANTA RAPHAEL
Porque, claro, no es la primera ni la última autoridad edilicia con líos de plata en un municipio.
Ya nos hemos escandalizado antes. Pero este caso, definitivamente, es top one.
“Para dimensionar la magnitud, el monto defraudado del caso Democracia Viva corresponde a $391 millones; en el caso del exalcalde de Vitacura, Raúl Torrealba, $750 millones; en Algarrobo $1.069 millones”, describió La fiscal de Alta Complejidad Oriente, Constanza Encina.
“En el caso fraude de Carabineros, que tiene 31 imputados, el monto total de lo defraudado es de $28.300 millones. Si llevamos esas cifras al fraude que tenemos establecido (en Maipú), podríamos decir que se trata de 55 fraudes de Democracia Viva, 28 fraudes de Vitacura, 20 de Algarrobo y 914 veces lo defraudado por la exalcaldesa Karen Rojo”, detalló.
En todos los anteriores casos los involucrados fueron considerados un peligro para la sociedad.
¿Y LA UDI QUÉ DICE?
Nada.
La Unión Demócrata Independiente, la misma que se define como el partido de los verdaderos representantes de la moral, las buenas costumbres y la probidad, ha mantenido un riguroso silencio en torno a este caso.
Y eso que involucra a una exalcaldesa que postuló al cargo con su apoyo; al marido de esta, el diputado UDI Joaquín Lavín León (que ya está citado a la comisión de ética de la Cámara a raíz de algunas revelaciones de la carpeta investigativa de la fiscalía y se ordenó el alzamiento del secreto bancario a su respecto), le toca directamente, y de paso a su suegro, el histórico exalcalde de Las Condes Joaquín Lavín Infante.
El timing no podría haber sido peor: faltan meses para las elecciones municipales.
La postura oficial es que esperarán el curso de la investigación.
Como si eso hubiera importado mucho cuando se trató de bullados casos judiciales que involucraron a partidos de un signo distinto al suyo.
Solo varios días después de la formalización de Barriga el presidente de la colectividad, Javier Macaya, dijo que «quizás porque era independiente, porque no tuvo una relación más estrecha con la UDI y no fue posible, como en otros casos lo hacemos, orientarla más en su gestión. Ahí yo puedo hacer una autocrítica”.
Eso sí, no quiso responder si el partido se arrepentía de haberla respaldado: “no me corresponde pronunciarme en eso, porque en su momento fue una candidatura respaldada por la anterior directiva”.
Pero el de Cathy Barriga no es el único caso de alcaldes UDI en pasos irregulares.
SÍ, PERO NO
Por ejemplo, poco ha dicho la tienda gremialista del hecho de que la exalcaldesa de San Bernardo Nora Cuevas está imputada en un caso de corrupción.
El alcalde de Sagrada Familia, Martín Arriagada, cumple una condena de tres años por el delito de fraude al fisco.
El edil de Algarrobo, José Yáñez, enfrenta una prisión preventiva tras ser formalizado por cohecho y malversación de fondos.
Otro: la gestión de Daniela Peñaloza en Las Condes está bajo investigación por el pago de ocho mil millones en horas extras, irregularidades asociadas al jefe de compras del municipio y el sobreprecio pagado por un terreno para construir un Cesfam, entre otros.
Ella, en todo caso, vendría a ser la única que ha sido respaldada visiblemente por el partido. De hecho, lo hicieron en una conferencia de prensa, donde la diputada María José Hoffmann declaró que “no hay ninguna posibilidad de que nosotros no le brindemos nuestro respaldo total a la alcaldesa de Las Condes, quien está gestionando y enfrentando todas las irregularidades”.
Eso, a pesar de que en octubre pasado el entonces contralor general de la República, Jorge Bermúdez, aseguró este último caso es más grave que lo acontecido con el caso de la ex clínica Sierra Bella en Santiago, que involucra a la administración de Irací Hassler (PC).
Ahí, en mayo los diputados Juan Antonio Coloma y Felipe Donoso no se demoraron nada en emplazar al Consejo de Defensa del Estado (CDE) a “no seguir postergando” la presentación de una querella criminal en contra de Hassler, argumentando que “existen antecedentes suficientes”.
¿ENTONCES NO ES UN PELIGRO PÁRA LA SOCIEDAD?
Hasta el momento Cathy Barriga la ha sacado “barata”.
A pesar del pedido de la fiscalía de decretar prisión preventiva por considerarla un peligra para la sociedad, el juez Hugo Salgado, del Noveno Juzgado de Garantía de Santiago, solo la dejó con la cautelar de arresto domiciliario total y prohibición de comunicarse con los testigos y los otros implicados en el caso.
A juicio del tribunal, tampoco existe peligro de fuga.
Obvio, los persecutores apelarán.
La fiscal de Alta Complejidad Oriente, Constanza Encina, detalló que “no estamos conformes” con la decisión, pero que “sí consideramos muy positivo que el tribunal consideró que los antecedentes eran mucho”.
“(El tribunal) dio por acreditado los presupuestos materiales”, agregó.
Por su parte, el fiscal nacional, Ángel Valencia, aseguró que “conforme al derecho chileno, la señora Barriga debiera estar en prisión preventiva durante el procedimiento, en una cárcel y no en arresto domiciliario en su vivienda. No compartimos la decisión, no se ajusta a derecho”.
“Los fiscales del caso nos han informado que van a apelar de esa resolución, esperemos que la Corte de Apelaciones la revoque y decrete conforme a derecho. La señora Barriga tiene que estar en prisión preventiva”, recalcó.
EVENTOS Y MÁS EVENTOS
La investigación llevada adelante por la fiscalía encontró verdaderas joyitas.
En palabras de la fiscal Constanza Encina, la gestión «tenía un fin en particular, que era enaltecer no el municipio de Maipú, sino que la imagen de la imputada Cathy Barriga».
Estableció que la exjefa comunal “ideó, planificó e instruyó la realización de diversas adquisiciones de bienes y servicios y la realización de eventos y actividades de publicidad de su gestión, los que no se encontraban contemplados en el presupuesto aprobado por el Concejo Municipal, y que tuvieron costos multimillonarios en perjuicio de la Municipalidad de Maipú”.
En ese contexto se mencionó la realización del festival “Maipeluza”, que en 2017 tuvo un costo de $315.516.870, en 2018 de $741.208.139 y en 2019 de $683.561.827.
También estuvo “Maipú Enamorado” y la celebración del Año Nuevo Chino y se cuestionó el pintado de un auto municipal de color dorado y la instauración de la “Beca Cathy Barriga”.
Asimismo, se hizo presente quela alcaldesa realizaba millonarias cuentas públicas.
En 2017 imprimió mil ejemplares del balance de su gestión, lo que tuvo un costo superior a cuatro millones de pesos, mientras que en 2018 desembolsó más de $48 millones para ese evento, pues incluyó gigantografías, chapitas, poleras corporativas, pantallas led de iluminación y otros elementos.
¿QUÉ HABÍA QUE HACER CON EL AGUA?
Otro dato. Según antecedentes divulgados por La Tercera obtenidos vía Ley de Transparencia desde la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), la alcaldía de Cathy Barriga -diciembre de 2016 a diciembre de 2012- no ejecutó obras de desarrollo por UF 315.545.
Es decir, algo más de $9 mil millones según la Unidad de Fomento promedio durante sus años como edil.
¿Y eso que significa?
Que como Maipú tiene su propia sanitaria -SMAPA, que además proporciona agua potable y alcantarillado a Cerrillos y una parte de Estación Central- tienen la obligación legal de elaborar un Plan de Desarrollo para reponer, extender y ampliar sus instalaciones a futuro, cosa de garantizar el servicio a la población.
Por eso se cobra un pequeño monto extra en cada cuenta de agua pagada por los vecinos, el cual debe destinarse a desarrollar las obras en cuestión.
Y esos dineros ya habían sido pagados por los maipucinos. Es decir, las obras ya estaban financiadas. Pero no se hicieron.
Todo esto salpicado -que crueldad de palabra- por 18 mil reclamos por fugas de agua al año durante la gestión de Cathy Barriga.
A ello se suma el no pago de cuentas de luz en Maipú, que significó asumir una deuda de $6.200 millones con Enel.
Y aderezado también por un déficit de dinero en las arcas municipales que solo fue en aumento.
LA BICICLETA
En su declaración el administrador municipal, Jorge Córdova, sostuvo que “la exalcaldesa utilizó principalmente dos mecanismos defraudatorios, la sobreestimación del presupuesto municipal y la adulteración de los certificados de disponibilidad presupuestaria”.
Por su parte, la analista presupuestaria María Angélica Grevert Zabala informa que Barriga “solicitaba recursos para proyectos no planificados”.
“Al respecto, nuestra unidad entregaba las alertas al director SECPLA de turno, quien en ocasiones entregaba dicha información al administrador municipal de turno, que por ende entregaba la información a la alcaldesa, no haciendo nada al respecto y ejecutando de todas formas el proyecto”, agregó.
De este modo, “los proyectos impulsados por la exalcaldesa no contemplados en el presupuesto se financiaban con los ajustes presupuestarios, lo que llevaba a entrar en mora con los proveedores comprometidos, donde estos nos demandaban y nos cobraban intereses; asimismo, para cubrir las deudas se ocupaban recursos del presupuesto del año siguiente, transformándose en una “bicicleta”, la cual cada vez iba aumentando la deuda y déficit financiero anual del municipio”.
“LO URGENTE-URGENTE”
¿Y sabía la alcaldesa de todo esto?
Pues aparentemente sí.
Porque entre las pruebas hay muchos audios del círculo de hierro de la edil, que alguien sin malicia podría pensar que eran conversaciones ajenas a Barriga, de gente que hacía cosas a sus espaldas.
Hasta este.
“Vamos a ver, Matías, ¿Cuál es la deuda obligada en general sin filtro de aquí a diciembre? ¿Qué deuda tenemos de aquí a diciembre que cumplir? Sin filtro y otra con los urgentes, una… la total total y otra con lo urgente urgente”.
Este es uno de los audios con los que cuenta el Ministerio Público para apuntar a que la exalcaldesa tenía pleno conocimiento del déficit presupuestario y la “bicicleta” con la que estaba costeando los proyectos de su gestión.
GUERRA SUCIA
Pero la teleserie tiene más aristas y recovecos, que incluyen matonaje, bofetadas, presiones para incorporarse a la UDI, maquinaciones de campañas de desprestigio en X (exTwitter), correos de Barriga borrados misteriosamente (el 26 de septiembre del 2023), un notebook y tres teléfonos celulares no devueltos, y más.
También las doce horas de ensayo para el “Kiki Challenge” en un auto fiscal, como relató hace algún tiempo el actor y concejal Erto Pantoja en Mucho Gusto.
La exalcaldesa no solo estuvo toda la mañana en el Templo Votivo de Maipú para realizar este registro, sino que “lo estuvo ensayando más de doce veces antes de grabarlo.
¿Y qué dice Cathy Barriga?
Sigue incólume.
Y sonríe, como la reina sin trono ni reino que describe el escritor Rafael Gumucio en Ex Ante.
Al salir del tribunal luego de tres días de formalización con solo una cautelar de arresto domiciliario, se asomó desde su planeta paralelo diciendo:
“Quiero aprovechar de dar las gracias por el cariño, el amor. El amor siempre va a estar por sobre la maldad. Y esto para mí es el motor principal, muchas gracias”.
