El pasado 21 de marzo, se llevó a cabo la presentación del libro La vuelta al mundo de una marionetista en el Salón de Honor del Instituto de Chile, en Santiago.
Esta obra, escrita por la titiritera chilena Ana María Allendes en colaboración con el periodista, Premio Nacional de Periodismo y su esposo, Abraham Santibáñez, recoge la experiencia de la mujer quien, a lo largo de su vida, «se dedicó a los títeres y a las marionetas».
Santibáñez señaló a EstáPasando, que su esposa y coatura, quedó deslumbrada por este tipo de arte y forma de expresión a temprana edad. «Decía que de niña había visto un espectáculo de marionetas desde Austria y eso la había cautivado», comentó.
«Nos casamos, trabajamos, y ya cuando los niños eran más grandes se dedicó a este tema y fundó su compañía», añadió sobre sus inicios.
LAS MARIONETAS, LA COMUNICACIÓN Y LA HISTORIA
El libro aborda aspectos desconocidos de este arte popular, explorando su historia, las diversas especialidades que lo conforman y su realidad actual. Esta disciplina ha trascendido generaciones y se ha adaptado incluso en la era de las redes sociales.
Abraham Santibáñez atribuye este logro a que «no se trata sólo de un juego inocente y bonito, sino también a que es una herramienta».
«Es una forma para una persona que quiere comunicarse y no sabe cómo hacerlo. El efecto no es sólo en una pareja de enamorados (adultos), sino también en niños con capacidades distintas que de repente no se puedan expresar con la misma facilidad», señaló, destacando las bondades de las marionetas como medio de comunicación.
Además, resaltó a nuestro medio el papel de las marionetas en acontecimientos sociales que han marcado la historia del mundo. Recordó que, en siglos pasados, fueron usadas en contextos religiosos para adultos y posteriormente se convirtieron en un arte dedicado a niños.
En el caso particular de Chile, Ana María Allendes se valió de esta disciplina en 1988, durante la dictadura de Augusto Pinochet, para «apoyar a los pobladores en su desesperación».
Santibáñez contó cómo su pareja llevó una adaptación de ‘Mariana Pineda’, de Federico García Lorca, a los habitantes de La Victoria, comuna conocida por su resistencia a la opresión. «Fue emocionante. Un símbolo de lucha», afirmó.
«Eso hace que este trabajo vaya más allá de la simple entretención», declaró.
EL LEGADO
Actualmente, debido a su edad, desconocen qué futuro tendrán las marionetas y títeres de su amplia colección, muchas de las cuales permanecen bajo llave en un museo-departamento en Providencia, a la espera de que sean heredadas por la familia o adquiridas por un coleccionista.
Lo que está claro es que, con este libro, pueden «contar esa historia». Esta obra relata el recorrido de Allendes y de sus marionetas, y desentraña las historias detrás de cada ejemplar, provenientes de lugares como Francia, Italia, Japón, Austria, China, Rapa Nui y la zona sur de Chile, entre otros.
Para Santibáñez, el objetivo es dejar un legado con este libro, que está «bellamente ilustrado y refleja muy bien una visión». Además, promueve una forma de arte que trasciende generaciones y fronteras.
La presentación del libro fue acompañada por una nutrida programación de actividades en distintas regiones del país, en el marco de la celebración del Día Mundial del Títere y la Marioneta.
Durante la emotiva ceremonia, en la que también participó su nieta, Ana María Allendes reflexionó sobre el origen de los títeres y toda su trayectoria.
Santibáñez concluyó recordando: «Los títeres son muy valiosos para los niños, pero el mensaje va mucho más allá: tienen mucho que decir a los adultos».
