Robos con violencia aumentaron un 29%.
Chile se encuentra enfrentando una crisis de seguridad, debido a la gran presencia del crimen organizado y el aumento de delitos con homicidios.
Junto a ello, de acuerdo a datos del Ministerio Público, también se empieza a registrar un alza de los robos violentos.
Los cuales alcanzan cifras similares a aquellas que existían antes de la pandemia y del estallido social.
Esto fue informado en el Boletín Estadístico del primer trimestre de 2024 de la Fiscalía Nacional.
En el que dan cuenta que en los últimos tres años, ha aumentado en un 29% estos tipos de ilícitos.
Solo entre enero y marzo de este año, se registraron 28.811 casos de robos violentos, cerca de 1.200 más que en el mismo período de 2023.
Esto demuestra un alza sostenida desde 2021, cuando alcanzaron su punto más bajo con 16.619, en un contexto de post pandemia.
En 2020, las cifras fueron de 34 mil, la más alta en seis años, y de 29 mil en 2019.
Lea también: Cifran en más de $830 mil millones en pagos de pensiones alimenticias.
VÍCTIMAS DE ROBO CON VIOLENCIA
Respecto al total de víctimas, el boletín también muestra un alza.
Solo en el primer trimestre de este año, se registraron 30.932 personas.
Mientras que en 2021, hubo la cifra más baja, con 17.551 afectados por robos con violencia.
Cabe señalar que la mayoría de los afectados por estos delitos, está concentrada en la región Metropolitana.
En específico, la zona centro norte es la que tiene las mayores cifras, con 9.207 casos, seguidos por la zona sur, con 4.463.
FISCALÍA NACIONAL
El diario El Mercurio, conversó con la directora de la División de Estudios de la Fiscalía Nacional, Ana María Morales, la cual dice que estos:
«Son fenómenos que evidentemente tienen que atenderse, que dan cuenta, si uno los observa agregadamente en relación con las categorías vinculada a los robos violentos, por ejemplo, o las categorías vinculadas a los homicidios, que evidentemente hay un mayor nivel de violencia en los delitos que debe preocuparnos y debe invitarnos a tomar medidas en las políticas públicas».
«Estos datos igualmente levantan la alarma (…) y significa que no podemos bajar la guardia en materia de control y persecución del homicidio y particularmente también de los delitos violentos, particularmente del de los robos violentos», añade.
