Se reanudó juicio por corrupción contra Benjamin Netanyahu, luego de una pausa de dos meses a causa del ataque de hamas.
El ministro de Justicia, Yariv Levin, levantó el estado de excepción con efecto a partir del 1 de diciembre.
El juicio por corrupción a Netanyahu comenzó en enero de 2020. El primer ministro se enfrenta a cargos en tres casos distintos.
Caso 1000: Fraude y abuso de confianza por recibir obsequios ilegales de empresarios, como puros, cajas de champán y joyas.
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Caso 2000: Fraude, sobornos y abuso de confianza por sus vínculos con el editor de un periódico a cambio de mejorar la cobertura del primer ministro.
Caso 4000: Soborno, fraude y abuso de confianza por otorgar beneficios regulatorios a un empresario a cambio de sobornos y manipulación de la cobertura de un sitio web de noticias.
En el caso más serio, conocido como el caso 4000, se le imputa a Netanyahu cargos de soborno, fraude y abuso de confianza por presuntamente haber otorgado beneficios reglamentarios por más de US$ 250 millones a Shaul Elovitch, su amigo y accionista de control de la empresa de telecomunicaciones Bezeq.
La acusación sostiene que, a cambio, Elovitch habría asegurado una cobertura favorable al primer ministro en el sitio de noticias en línea Walla! News, de su propiedad. Elovitch ha negado estas acusaciones.
El ministro de Cooperación Regional de Israel, David Amsalem, criticó la reanudación del juicio en tiempos de conflicto. En una declaración, manifestó: «¿Guerra? ¿Secuestrados? ¿Evacuados? ¿Economía? No y no… Lo más importante ahora es reanudar el juicio de Netanyahu, y comprometer al primer ministro de Israel con los testimonios infundados y las nimiedades delirantes». Amsalem también es ministro de Justicia de Israel.
