Suecia cierra investigación por atentado a Nord Stream. La Fiscalía sueca ha anunciado el cierre de la investigación sobre el sabotaje a los gasoductos rusos.
La Fiscalía sueca ha anunciado el cierre de la investigación sobre el sabotaje a los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, ocurrido en septiembre de 2022. La decisión se basa en la falta de jurisdicción de Suecia en el caso.
Mats Ljungqvist, fiscal a cargo de la investigación, mencionó que se realizó una pesquisa exhaustiva. Sin embargo, no se encontraron pruebas que indicaran la participación de ciudadanos suecos en el incidente ni el uso de territorio sueco para su ejecución. El objetivo principal de la investigación era determinar si el sabotaje tenía implicaciones para la seguridad nacional de Suecia, lo cual no se evidenció.
La Fiscalía sueca ha destacado la colaboración con las autoridades danesas y alemanas durante la investigación. Se les ha entregado material que podría ser utilizado como prueba en la investigación en curso que lleva a cabo Alemania.
Previamente, la Fiscalía sueca había confirmado que el incidente se trató de un «sabotaje grave», probablemente perpetrado por un actor estatal. Se detectaron dos fugas en cada gasoducto, en aguas internacionales.
Las hipótesis sobre la autoría del sabotaje varían entre los países afectados y otros actores internacionales. Moscú ha acusado a países «anglosajones», mientras que algunos países occidentales señalan a Rusia como responsable. Diversas investigaciones periodísticas han apuntado tanto a la inteligencia estadounidense, en colaboración con países occidentales, como a grupos proucranianos como posibles autores del sabotaje.
Con la decisión de la Fiscalía sueca, la investigación sobre el sabotaje del Nord Stream en territorio sueco se da por concluida. Las investigaciones en curso en otros países podrían arrojar más luz sobre este complejo caso.
Con una extensión de más de 1.200 kilómetros, el gasoducto Nord Stream es utilizdo para el transporte del gas natural ruso a la Unión Europea. Sus tuberías, cual arteria vital, transportan alrededor del 40% del gas que Moscú exporta al bloque europeo, conectando las vastas reservas gasísticas de Siberia con Alemania a través del lecho del mar Báltico.
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