Un estudio internacional evidenció que es posible detectar la enfermedad de Alzheimer y su grado de avance mediante un simple análisis de sangre.
La investigación, desarrollada por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis y la Universidad de Lund en Suecia, fue publicada este lunes en la revista Nature Medicine.
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Actualmente, existen diversas pruebas sanguíneas para identificar el Alzheimer, incluyendo dos que utilizan tecnología licenciada por la Universidad de Washington.
EXÁMENES
Estos exámenes permiten diagnosticar la enfermedad en personas con síntomas cognitivos, pero no indican en qué etapa clínica se encuentran ni el nivel de deterioro del pensamiento o la memoria.
Dado que los tratamientos actuales son más efectivos en las fases iniciales del Alzheimer, contar con un método confiable y accesible para evaluar el progreso de la enfermedad podría ayudar a los médicos a determinar qué pacientes se beneficiarían de una terapia farmacológica y en qué medida.
Además, esta nueva prueba también podría diferenciar si los síntomas de un paciente son consecuencia del Alzheimer o de otra afección.
PROTEÍNA CLAVE
El Alzheimer se caracteriza por la acumulación de placas de una proteína llamada amiloide en el cerebro, seguida años después por la formación de ovillos de proteína tau.
Los síntomas cognitivos comienzan a manifestarse cuando los ovillos de tau alcanzan niveles detectables, y su progresión está relacionada con la extensión de estos ovillos en el cerebro.
En la investigación, los especialistas identificaron que los niveles de una proteína denominada MTBR-tau243 en la sangre reflejan con precisión la acumulación tóxica de agregados tau en el cerebro.
Actualmente, la prueba estándar para determinar el estadio de la enfermedad es la tomografía por emisión de positrones (PET), pero su alto costo y disponibilidad limitada restringen su uso a centros de investigación.
ESTUDIOS
Estudios previos de Bateman y su equipo demostraron que los niveles de MTBR-tau243 en el líquido cefalorraquídeo están estrechamente relacionados con la presencia de ovillos de tau en el cerebro.
En esta ocasión, lograron los mismos resultados mediante análisis de sangre, un procedimiento más accesible y menos invasivo.
Los investigadores diseñaron una técnica para medir MTBR-tau243 en la sangre y la compararon con la cantidad de ovillos tau en el cerebro, determinada mediante escáneres cerebrales.
Para ello, analizaron datos de dos grupos de pacientes que abarcaban diferentes etapas de la enfermedad: desde la fase presintomática hasta la demencia avanzada.
NIVELES DE MTBR.TAU243
Al evaluar los niveles de MTBR-tau243 en la sangre de personas con deterioro cognitivo, los científicos pudieron diferenciar entre pacientes con Alzheimer en etapa temprana o avanzada y distinguirlos de aquellos cuyos síntomas eran causados por otras condiciones.
«Este análisis de sangre identifica claramente los ovillos de tau de la enfermedad de Alzheimer, que es nuestro mejor biomarcador para medir los síntomas y la demencia de la enfermedad de Alzheimer», explicó Randall J. Bateman, coautor principal del estudio y catedrático en la Universidad de Washington.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
La tecnología utilizada en este análisis de sangre ha sido licenciada por C2N Diagnostics, una empresa derivada de la Universidad de Washington que previamente desarrolló pruebas sanguíneas para detectar amiloide.
«Creo que usaremos el p-tau217 en sangre para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer, pero el MTBR-tau243 será un complemento muy valioso tanto en entornos clínicos como en ensayos de investigación», afirmó Hansson.
«Cuando ambos biomarcadores son positivos, la probabilidad de que el Alzheimer sea la causa subyacente de los síntomas cognitivos de una persona aumenta significativamente, en comparación con cuando sólo p-tau217 es anormal. Esta distinción es crucial para seleccionar el tratamiento más adecuado para cada paciente», concluyó.
INVESTIGADORES
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ya ha aprobado dos tratamientos que ralentizan la progresión del Alzheimer al reducir los niveles de amiloide en el cerebro.
Horie, otro de los investigadores, estima que el número y la variedad de fármacos disponibles para tratar el Alzheimer aumentará en el corto plazo, ya que actualmente se están desarrollando medicamentos experimentales dirigidos contra la tau y otros aspectos de la enfermedad.
Según los autores del estudio, la implementación de análisis de sangre para diagnosticar y clasificar el Alzheimer permitirá a los médicos personalizar los tratamientos según el estado de cada paciente.