¿Tendrá repercusión el «modelo Milei»?. El portal electrónico DW analisó al presidente de Argentina, Javier Milei quien se ha erigido como una figura destacada del liberalismo extremo, por lo que definirlo resulta un desafío.
¿Es Milei la nueva estrella de este espectro político? «Se le ha vinculado con la extrema derecha en cada país», señala Guido Agostinelli, economista y profesor de la Universidad de Buenos Aires, en diálogo con DW.
Sin embargo, aclara que a Milei «no le gustaría que lo llamaran de extrema derecha, porque considera que el libertario no pertenece ni a la derecha ni a la izquierda; él habla de la eliminación del Estado».
Profundizando, explica que «Milei se identifica con Trump, pero Trump tiene políticas proteccionistas. Pensamos que Milei ni siquiera está pensando en fortalecer la industria».
Tampoco encuentra similitudes en materia económica con el presidente salvadoreño. «Me parece que Bukele, al contrario, se sitúa al frente del Estado, no rechaza al Estado», indica el académico argentino, añadiendo: «Esta postura de eliminar el Estado es muy extrema».
¿Liberal o libertario?
Ian Vásquez, vicepresidente de estudios internacionales en el Instituto CATO, con sede en Washington, define a Milei simplemente como liberal. «Yo no hago mucha diferencia entre liberal y libertario. Para mí son la misma cosa. Los términos han cambiado mucho en los últimos 100 años», explica.
«En realidad, el liberalismo busca restringir el poder del Estado y de los políticos, para aumentar y proteger las libertades básicas económicas, personales y civiles de los individuos», define. En su opinión, «el control sobre la economía es el control sobre la vida. La libertad económica es clave y también es el sustento para mantener otras libertades elevadas».
No le preocupan afirmaciones como las que ha hecho Milei, por ejemplo, en cuanto a abolir el banco central. «Una buena parte de los liberales, sin ser anarcocapitalistas, creemos que los bancos centrales no deberían existir. Recuerde que los bancos centrales son una novedad en el mundo; en Argentina, probablemente tienen menos de 100 años y en muchos países ha sido así», señalo Vásquez
Considera que Milei reconoce la realidad política de su país. «Su proyecto es reducir ese Estado sobredimensionado. Una cosa es lo que es políticamente posible en Argentina y otra cosa es su ideal, que es el anarcocapitalismo. Pero la mayoría de los liberales creemos en un Estado mínimo y limitado en sus poderes, y menos en el anarcocapitalismo», afirma este experto del Instituto CATO.
El anarcocapitalista no cree en el Estado
Guido Agostinelli opina que «el libertarismo extremo, que propone Milei, el anarcocapitalismo, significa que siempre abogará por la eliminación del Estado». Y pone un ejemplo: «Él afirma que las empresas estatales, incluso si están bien administradas y reportan ganancias, deben ser privatizadas de todos modos».
Este economista de la Universidad de Buenos Aires, autor del libro «Falacias Libertarias», también ejemplifica la diferencia con el liberalismo clásico. «Un gobierno liberal en Europa no está insultando al Estado, diciendo que es un ladrón, o que es peor que una mafia, ni nada por el estilo, sino que el Estado debe cumplir con algunos requisitos básicos e indispensables, como seguridad, justicia y algunas premisas elementales. Luego, si incluimos allí educación y salud, dependerá del grado de liberalismo que tengamos», ilustra.
El éxito electoral de Milei, en cualquier caso, impulsa a sus seguidores más allá de las fronteras argentinas. «Lo que Javier Milei ha demostrado es que una propuesta liberal clara representa una alternativa políticamente viable», asegura el analista del Instituto Cato.
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— Sal the Agorist (@SallyMayweather) February 21, 2024
