Deportes

Valeria Flores: la vigencia de una histórica del deporte nacional

Fernanda Pavez

Periodista

El problema en nuestro país no es la gente, no es el hincha, el problema de Chile es que no hay apoyo de empresas ni entidades con sus jugadores, no se la juegan por sus representantes. Se quedan por lo conocido y por lo seguro, no abren paso a nuevas áreas y no solo se juega al fútbol y al tenis.

Valeria Flores Huerta: la vigencia de una histórica del deporte nacional cuyo ejemplo debiera ser norte de las nuevas generaciones del Balonmano nacional

“El problema de Chile no es su gente, el problema de Chile es que no hay apoyo para sus representantes”.

La capitana y exseleccionada nacional de “Las Lobas”, que dejaron marca en el Balonmano nacional,  relata con orgullo los pasos que han marcado su carrera.

Tras más de 15 años de experiencia en tierras españolas, y una temporada en Italia, la deportista nunca imaginó que sería la primera entrenadora del club masculino de Balonmano en la ciudad de Salamanca, España.

Valeria (38) es una de las mujeres que desde niñas sabían que su camino era solo uno, sin importar lo difícil que fuera.

Siendo muy pequeña comenzó a practicar balonmano en el colegio, ya más joven entró a la selección de la Universidad de Chile y luego formó parte de la selección femenina de balonmano, plantel donde fue su capitana.

Valorada por sus cualidades deportivas se fue a España donde ha tenido una serie de logros que la hacen destacar entre sus pares.

Máxima goleadora en las ligas extranjeras, primera chilena en ser DT en un plantel español y ahora es la primera mujer que dirigirá a los jugadores de Ciudad de Salamanca temporada 2024-2025.

Ad portas del 30 aniversario del club BM Salamanca, ¿cómo tomas este desafío?

-Feliz, es algo muy lindo porque es una señal que el trabajo y las cosas se están haciendo bien. Creo que todos los logros son enriquecedores, es por eso que me hace muy feliz.

Ser entrenadora en un país que no es el tuyo, ¿es algo que te haga feliz?

-Me da pena. Tengo sentimientos encontrados, pero bueno, yo hago las cosas por mí y por mi familia, ellos también se han sacrificado como yo.

Que nadie hable de mí en mi país me da pena, pero lamentablemente, es algo a lo que uno se acostumbra, lo mas importante es el apoyo de la familia.

¿Crees que aun el balonmano es un deporte muy amateur en Chile?

-Claro, sigue siendo amateur y esa es la gran diferencia que tenemos a nivel de jugadores con los que viven en España o Europa en general. No existe esa cultura deportiva, por eso en Chile todo es amateur, salvo el fútbol, prácticamente.

La cultura deportiva en Chile sigue estando en pañales, existe poco apoyo del estado, poco apoyo de las universidades, poco apoyo en todo. Es que no solo me refiero a algo económico, me refiero a cosas que pueden parecer muy básicas, pero no son. El permiso de las universidades a sus seleccionados, el que puedan dar un examen en otro momento, o no sé. Pero qué pasa, el deportista da la vida en un campeonato, vuelve a clases y le pasan los tres exámenes al tiro. ¿Te fijas? Es una cultura que parte de detalles.

¿Has tenido una carrera que sientes ha sido acorde a tus expectativas?

-Cuando comienzas a jugar aspiras a ser la mejor del mundo y vas superando etapas que te permiten avanzar. Vas tomando desafíos que te engrandecen en todo sentido. Creo que me siento bien en ese aspecto, cuando me pongo a pensar siempre saco cuentas positivas, pero no quiere decir que ya sienta que lo he hecho todo y que con eso me quedo, no es así.

Quiero llegar a estar en una Champions, en una selección y, por qué no, clasificar a Juegos Olímpicos. Cumplir sueños que como jugadora ya no experimenté, pero que puedo hacer ahora como entrenadora.

Hoy, ¿Qué tan lejos estás de eso?

-He ido subiendo escalón por escalón. Estoy en un equipo masculino en la primera liga que es semi profesional de España.

No es fácil haber llegado y estar acá, no es fácil ser mujer en un mundo que casi es solo de hombres. Siento que estoy avanzando en el camino, han sido pasos importantes.

¿Cómo ha sido para ti estar a la cabeza de un equipo masculino?

– Afortunadamente, vengo con un poco de experiencia. La temporada pasada fue la primera vez que estuve con chicos y ahora voy de nuevo.

Siempre he tenido la personalidad para asumir sin temor.

No te voy a negar que días antes me entró todo el nerviosismo y cuestioné muchas cosas, en ese momento llamé a mi hermano que también es jugador y él logró calmarme. Nunca tuve ganas de renunciar ni de arrancar, pero si surgieron muchas preguntas e inquietudes que, gracias a mi hermano, pude manejar y ahora realmente no siento temor.

¿Cómo te sientes hoy con el desafío?

-Contenta, siento que tengo una gran responsabilidad. Tengo la misión de llevar un equipo hasta más allá. Creo que todos quienes tienen la responsabilidad de llevar un equipo deben sentir esa sensación de que en tus manos está subir un escalón. Por lo menos mi intención siempre es avanzar y no de mantenerme. Así es como lo veo, y si a eso le agrego que seré la primera mujer es más inspirador aún.

¿Eres una mujer empoderada?

-Siempre he ido cumpliendo logros paso a paso con pequeñas cosas, al final para una mujer siempre va a ser más complicado, para los hombres siempre va a ser mucho más fácil.

Eso me hace sentir súper bien, al final voy cumpliendo etapas. He avanzado sin sentarme a ver todo lo que he logrado, a veces no me doy cuenta. Lo que siento es que debo siempre seguir creciendo, siempre seguir avanzando y si al final del día se puede mirar atrás y ver que lo que se ha hecho es positivo es maravilloso.

¿Le temes al fracaso?

-Nunca. De hecho, siempre les digo a los jugadores más pequeños “si no te equivocas no avanzas”. Si es que hay avances lentos estás haciendo las cosas bien, pero si ves que todo está saliendo bien y fácil es porque no estás subiendo nuevos escalones. Cada error va a llevarte a una oportunidad, es por eso que las cosas que pasen hay que enfrentarlas sabiendo que están porque algo debes aprender.

¿Son las palabras de un entrenador?

-Yo todo lo que soy lo aprendí de mi hermano. Él desde muy pequeña me enseñó a luchar, a pensar bien las cosas y hacer lo que me hace sentir bien. Nunca me protegió como para hacerme vivir en un mundo que todo era ideal. No, él me enseñó siempre lo más importante de la vida para que yo supiera enfrentarla de la mejor manera.

Él me enseñó que la mejor manera de ayudarte no es poniéndote las cosas más fáciles. Me enseñó a siempre pararme y seguir luchando. Ese es mi hermano mayor, Carlos Marcelo.

¿Tienes más hermanos?

-Sí. Somos 4. Tengo dos más. Todos tenemos una relación muy cercana, somos super unidos. Mi familia es muy unida. Por todos ellos soy lo que soy.

Cuando te fuiste de Chile a Europa, ¿las expectativas eran regresar con mayor conocimiento y experiencia o era un viaje definitivamente sin retorno?

-Desde muy chica dije que iba a dedicarme a vivir de lo que me gustaba. En Chile lo hacía como parte de mi vida, parte de mi trabajo, pero no era remunerado así que para poder jugar debía tener varios trabajos más. Así que cuando se presentó la oportunidad que estaba buscando la tomé.

Es cierto que no iba con un pasaje de vuelta, en mi cabeza siempre iba con la mentalidad de llegar a aprender y a lograr avanzar en mi camino lo más que se pudiera, ese era el objetivo. No pensé en volver en un año o en dos, eso me lo iba a decir la vida. Lo único seguro es que yo tenía que darlo todo por el todo.

¿Sientes que en Chile la gente no apoya el deporte?

-Los chilenos vibran con el deporte, son comprometidos con el país en ese aspecto. Se ponen la camiseta con sus jugadores o cuando ven la bandera. A veces creo que ni siquiera es necesario que conozcan cómo se juega el deporte al que están alentando, lo apoyan porque son los representantes nacionales.

El problema no es la gente, no es el hincha, el problema de Chile es que no hay apoyo de empresas ni entidades con sus jugadores, no se la juegan por sus representantes. Se quedan por lo conocido y por lo seguro, no abren paso a nuevas áreas y no solo se juega al fútbol y al tenis.

Lamentablemente el país está perdiendo muchas personas que, de recibir apoyo, entregarían grandes alegrías, pero no hacen nada. Eso me da mucha pena, eso hizo que decidiera irme.

¿Dónde te gustaría terminar tu carrera?

-Como jugadora ya no lo hice en Chile. Nunca lo he pensado como entrenadora, pero no sé si quiero volver a Chile. Lamentable porque es mi país, es mi sangre, pero no es el lugar que me dio el espacio para desarrollarme y crecer.

El sueño de todo deportista es coronar en su tierra.

Desde la mirada romántica podría decirte que es lo mas lindo y que es mi sueño, pero la realidad no lo permite así. Tengo un mejor futuro en España, lo que no quiere decir que lo rechace o que no me sienta orgullosa de mis raíces.

Siento que si en Chile cuidaran, apoyaran o se la jugaran más por los deportistas sería un país al que todos querrían volver a terminar de escribir su historia.

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