En horas de este sábado, la agrupación chií Hezbolá confirmó a través de un comunicado la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, tras un bombardeo de Israel contra el cuartel general del grupo en la zona sur de Beirut, en el Líbano.
El ataque perpetrado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ocurrió durante la noche tras múltiples reuniones de Nasrallah en la zona.
En una primera instancia, fue el ejército sionista el que había confirmado el asesinato, anticipándose a una escalada en el conflicto. «Esperamos que esto cambie las acciones de Hezbolá», dijo el teniente coronel israelí Nadav Shoshani.
De acuerdo a lo que informó France 24, Hezbolá señaló mediante su comunicado que continuarán la batalla contra Israel «en apoyo de Gaza y Palestina, y en defensa del Líbano y su pueblo firme y honorable».
Los israelíes aseguran que otros altos miembros de la agrupación chií fueron asesinados junto a Nasrallah, incluso su comandante del frente norte.
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Durante la noche la Agencia Italiana de Noticias (ANSA), había confirmado el fallecimiento de la hija del líder de Hezbolá, Zainab Nasrallah, en los bombardeos que dejaron seis edificios destruidos, al menos seis muertos y más de 90 heridos.
En las últimas horas, las FDI han lanzado varios ataques «más amplios» al sur del Líbano contra objetivos de la organización respaldada por Irán.
El Ministerio de Sanidad libanés informó el viernes que la cantidad de muertes por los ataques de Israel en contra de diversas zonas en el país ha superado las 700 personas.
La embajada de Irán en el Líbano aseguró que «el ataque israelí de hoy es una escalada que cambiará las reglas del juego», advirtiendo que «recibirán el castigo adecuado».
En la mañana el ministerio de Transportes del Líbano no permitió el ingreso de un avión iraní en su espacio aéreo tras amenazas de Israel de que usarían la fuerza si la aeronave llegaba a aterrizar. «La prioridad es la vida de las personas», afirmaron.
