El ministro de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, se refirió a la votación que llevará el Senado para decidir finalmente si se aprueba o no la acusación constitucional en su contra, la que ha sido votada junto a la impulsada contra la jueza Ángela Vivanco.
En conversación con La Tercera, el magistrado aseguró que se han cometido «injusticias» en su proceso y que un sector de la política busca sacarlo por no estar acorde a sus intereses.
Primero se defendió por no haber denunciado a su hija, que es jueza, que se encontraba en Roma, fuera de la jurisdicción chilena, mientras estaba teletrabajando, cuando ella aseguró que estaba cuidando a su mamá.
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«El cargo es que ella fue sancionada por llenar un formulario en que señalaba que cuidaba a su mamá, cuando en realidad no era así. Ese es el cargo y que yo tendría que haber denunciado esa conducta», señaló.
Indicó que la Corte de Apelaciones de San Miguel la absolvió, por lo que si fueron absueltas, él no tenía la obligación de denunciar la infracción cometida por su hija.
Afirmó que él no sabía que ella tenía un contrato con la inmobiliaria Fundamenta, la cual acusó que el magistrado entregó información reservada sobre un fallo en su contra a su hija para sugerirle a ella que dejara sin efecto el contrato.
«Yo no lo sabía. No lo sabía y hay muchos antecedentes que ha dado mi defensa de por qué no lo sabía. Probar un hecho negativo como ese es muy difícil, más aún cuando este se deduce sobre una insinuación sin expresar el hecho reprochado», declaró.
Comentó que no se inhabilitó de la votación de este asunto en la Corte Suprema porque desconocía el vínculo: «¿qué padre que trata de proteger a la hija, vota para que el proyecto caiga?», se pregunta.
«Mi voto fue acogiendo el recurso de casación de los vecinos porque consideré que no estaba correctamente efectuado el proceso de participación ciudadana. Y eso trae como consecuencia que tiene que hacerse una complementación con un nuevo proceso. Es decir, fallé en contra de los intereses de ella», añadió.
LA VOTACIÓN EN EL CONGRESO
La votación de la acusación constitucional en contra del ministro Muñoz se realizó en conjunto con la de la cuestionada jueza Ángela Vivanco, la que es acusada por el Caso Hermosilla.
Afirmó que «a nosotros como defensa no nos dejaron preguntar en la Cámara, ninguna pregunta. Mi abogado se retiró porque daba lo mismo que estuviera o que no estuviera. De 10 testigos o 12 testigos expertos que presentamos nos dejaron llevar dos».
En esa línea, Muñoz dijo que la propia presidenta de la Cámara, Karol Cariola (PC), explicó que este era un juicio político «que se hacía con los antecedentes que reunía la comisión, pero si la comisión no quiso reunir antecedentes…».
Comentó que se enteró del amarre entre las acusaciones por un periodista. «Le dije, creo que no puede ser, pero esta persona me dice que algo se está tramando entre los acusadores porque esto no es inocente. No estoy suponiendo intenciones. Ellos de alguna manera lo dijeron y se lo dieron a conocer a los periodistas, que eso es lo que buscaban», apuntó.
Manifestó que la votación conjunta era una violación al derecho humano, porque sostiene que debe respetarse el debido proceso. «Si a mí me hubieran acusado separadamente, ¿podría yo haber seguido otra suerte? Podría ser».
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Añadió que «no puede afectarse el derecho al debido proceso, no puede afectarse que por un hecho individual se le atribuya la responsabilidad de otra persona. Eso es lo que hay que dejar grabado a fuego. Ese es un atropello aquí y en cualquier país del mundo».
Consultado del porqué podría involucrársele en la votación por acusaciones del Caso Hermosilla, expresó que «con ese mensaje que recibo del periodista queda claro que se utiliza el caso Audio para ver la forma de que a un ministro, que a lo mejor por sus fallos no les causa conveniencia o que no juzga de alguna manera acorde a sus intereses, lo saquen de la Corte Suprema».
«ACÚSENME POR LOS FALLOS, PERO NO PUEDEN PORQUE LAS SENTENCIAS QUE UNO DICTA NO PUEDEN SER REVISADAS POR OTRO PODER DEL ESTADO»
El juez Muñoz envió un mensaje al Congreso, afirmando que la votación en su contra puede ir de la mano de una crítica a los fallos que ha realizado en su posición como ministro de la Corte Suprema.
«Acúsenme por los fallos, pero no pueden porque las sentencias que uno dicta no pueden ser revisadas por otro poder del Estado», expresó.
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En ese sentido, aseguró que los parlamentarios «están buscando una vía oblicua para sacar a este juez que está fallando en contra o no está acorde a sus intereses. O lo que yo he dicho muchas veces: que no es un juez ponderado. ¿Qué significa un juez ponderado? Es un juez socialmente domesticado a los intereses y poderes que reinan en la sociedad. Un juez que no causa problemas. Un juez que puede dejar derechos sin aplicación porque son de las minorías».
Muñoz manifestó que espera que se escuchen sus planteamientos sin componentes políticos, económicos, sociales o de cualquier tipo. «Creo que los señores y señoras senadores van a poner todo su conocimiento y sabiduría, van a estar presentes y van a estar atentos a los argumentos que se expresen por la acusación y por la defensa», indicó.
