A tres semanas de las elecciones presidenciales, Kamala Harris, candidata demócrata y actual vicepresidenta de Estados Unidos, se centra en asegurar el apoyo en los estados del «muro azul»—Pensilvania, Michigan y Wisconsin—para evitar repetir la derrota que sufrió Hillary Clinton hace ocho años.
El lunes, Harris participó en un evento en una pista de hockey en Erie, Pensilvania, donde criticó duramente al candidato republicano, Donald Trump, describiéndolo como “desquiciado”.
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El martes, visitó una galería de arte en Detroit junto a los actores Don Cheadle, Delroy Lindo y Cornelius Smith Jr., antes de grabar una entrevista con Charlamagne tha God.
El miércoles, regresó a Pensilvania, a las orillas del río Delaware, para reafirmar su compromiso con la Constitución cerca del histórico cruce de George Washington durante la Guerra de la Independencia.
Harris continúa con un apretado calendario de campaña en estados clave. El jueves tenía programados tres eventos en Wisconsin, incluyendo un encuentro con estudiantes de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, seguido de dos manifestaciones. Para el viernes y el sábado, Harris planea realizar varios eventos en Michigan, culminando en Detroit.
LA IMPORTANCIA DE LOS ESTADOS DEL «MURO AZUL»
Una victoria en cualquiera de los estados del «muro azul» podría determinar el destino electoral de Harris. «No se puede dar por sentado el triunfo en esos estados, y ella no lo está haciendo», señaló Joel Benenson, encuestador demócrata y estratega de la campaña de Clinton en 2016. Benenson recordó la lección de 2016 cuando la confianza excesiva llevó a los demócratas a descuidar esos territorios cruciales.
A pesar de su enfoque en el «muro azul», la campaña de Harris también busca mantener la competitividad en estados clave del Cinturón del Sol, como Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada. La vicepresidenta estuvo en Carolina del Norte el pasado fin de semana y se espera que regrese a Georgia este domingo.
LA ESTRATEGIA DEMÓCRATA
La campaña de Harris ha desplegado una red organizativa sólida en estados clave, en coordinación con los partidos demócratas locales. Además, cuenta con el apoyo de destacados líderes demócratas, como el expresidente Barack Obama, quien ha realizado actos en su favor, y con un fondo de campaña superior al de Trump, lo que le permite mantener la presión a través de la publicidad y el trabajo de movilización de votantes.
El director de campaña de Harris en los estados en disputa, Dan Kanninen, subrayó la importancia de mantener una presencia activa en todos los territorios críticos. «Los siete estados en disputa están en juego y cada uno de ellos será increíblemente reñido», afirmó.
HARRIS CONTRA TRUMP
Mientras Harris enfoca sus esfuerzos en los estados clave del Medio Oeste, Trump lleva una agenda de campaña más dispersa, con paradas en Pensilvania, Illinois, Georgia y Florida en la misma semana. A diferencia de Harris, quien destacó su conexión con Detroit y el trabajo en la industria automotriz, Trump generó polémica al criticar la ciudad, diciendo que «todo el país terminará siendo como Detroit» si Harris gana las elecciones.
La diferencia de enfoques es evidente: Harris, que recordó su amistad con estudiantes de Detroit durante sus días en la Universidad Howard, expresó un profundo respeto por la ciudad. “Siento un espíritu afín cada vez que vengo a Detroit”, afirmó en un evento reciente, mientras que Tommey Walker, fundador de Detroit vs. Everybody, aprovechó para desafiar a Trump: “Ahora es Detroit contra Donald Trump”.
La recta final de la campaña se anticipa como una competencia reñida, donde cada día y cada visita a un estado crucial podría definir el resultado de las elecciones de 2024.
Wisconsin, las puertas del «muro azul» que decidirá las elecciones en Estados Unidos https://t.co/CYS99hHn0L
— El Periódico de España (@ElPeriodico_Esp) October 13, 2024
