A menos de dos semanas de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, miles de migrantes se apresuran para cruzar la frontera sur estadounidense antes del 20 de enero.
El anuncio de Trump de implementar medidas drásticas contra la inmigración ilegal, incluyendo el cierre total de la frontera y deportaciones masivas, ha generado temor entre quienes buscan asilo.
Lea también: Corte Suprema de EE.UU. rechazó frenar sentencia contra Trump
El flujo migratorio hacia la frontera entre Estados Unidos y México se ha intensificado en los últimos meses. Migrantes de Venezuela, Honduras, Cuba y otros países relatan que huyen de condiciones de inseguridad, persecución política y crisis económicas en sus países de origen.
CAMPAÑA CONTRA MIGRACIÓN ILEGAL
El presidente electo, que hizo de la lucha contra la inmigración ilegal una de los pilares de su campaña, prometió en diciembre que el primer día de su mandato firmará órdenes ejecutivas para cerrar la frontera y lanzar la «mayor operación de deportación en la historia».
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), los cruces han disminuido desde 2020 debido a políticas más restrictivas implementadas por la administración de Joe Biden, pero el llamado «efecto Trump» ha sembrado incertidumbre entre los migrantes.
En tanto, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, indicó que México está construyendo refugios para deportados y ha aumentado sus esfuerzos contra el tráfico de drogas y armas, acciones que podrían mitigar las tensiones en la frontera.
