Verónica Farfán, exfuncionaria que recibió $92 millones como indemnización tras su salida de la Corporación Cultural de Ñuñoa en 2021, volvió a ser contratada por la municipalidad a pocos días de que Sebastián Sichel asumiera como alcalde.
El retorno de Farfán, querellada por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) desde 2024, desató de inmediato críticas y cuestionamientos sobre las políticas de probidad en la gestión municipal.
Lea también: Exalcaldesa Ríos responde a irregularidades en Ñuñoa
En el registro público se señala que su contrato es indefinido y que por su primer mes de trabajo, que fue diciembre, recibió un salario bruto de $2,3 millones.
EL RESPALDO DE SICHEL
Aunque la municipalidad asegura que los nuevos contratos no contemplarán cláusulas de indemnización especiales, el respaldo de Sichel a Farfán ha generado controversia.
“(Farfán) no está imputada, por lo tanto, no hay ninguna acción jurídica que le impida asumir responsabilidades”, declaró Sichel en una sesión del concejo municipal el pasado 18 de diciembre. Ricardo Brodsky, actual director ejecutivo de la Corporación Cultural, también defendió la contratación.
Sin embargo, las cláusulas de indemnización, cuestionadas por la Contraloría General de la República, siguen siendo foco de escrutinio. El excontralor Jorge Bermúdez comparó estos pactos con beneficios del sector privado, criticando que, en corporaciones municipales, estos pagos se financien con fondos públicos.
QUERELLA DEL CDE
En febrero de 2024, el Consejo de Defensa del Estado se querelló contra Farfán, el exalcalde Andrés Zarhi y otros cuatro exdirectivos por suscribir ese tipo de cláusulas.
El CDE acusó en su querella que los exdirectivos de Ñuñoa se “concertaron” con el entonces alcalde Zarhi con el objetivo de “sustraer caudales públicos”.
“Contemplaron maliciosamente indemnización sustitutiva, indemnización por años de servicio y feriado proporcional, dando lugar al pago de sumas superiores a las que correspondían legalmente”, se explica en la acción legal.
Por su parte Farfán señaló que la querella en su contra se retiró. Sin embargo, CIPER consignó que según fuentes cercanas a la investigación, la acción sigue vigente.
En ese sentido, Sichel enfrenta presión para demostrar su compromiso con la transparencia en un contexto de crecientes irregularidades detectadas por la Contraloría y el retorno de la exfuncionaria.
