El Frente Amplio (FA) enfrenta una grave crisis de liderazgo luego de que sus principales figuras rechazaran la posibilidad de ser candidatos presidenciales.
A pesar de que la colectividad oficialista insiste en la necesidad de llevar una candidatura propia, la negativa de nombres como Tomás Vodanovic y Gonzalo Winter ha obligado al partido a postergar su decisión, dejando en evidencia su falta de liderazgos evidentes.
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El comité central del FA realizado el sábado dejó en evidencia la falta de un abanderado presidencial claro.
Aunque la colectividad esperaba definir una carta para las primarias del oficialismo, la falta de nombres disponibles obligó a postergar la decisión.
En ese sentido, la presidenta del FA, Constanza Martínez, intentó restar dramatismo a la situación, asegurando en Radio Duna que «hay mucha convicción de poder llevar una candidatura propia», pero al mismo tiempo admitió la necesidad de «flexibilidad táctica para ir adaptando nuestro juego tal cual estuviéramos en un partido de fútbol».
La postura del FA ha sido contradictoria. Por un lado, insisten en que tienen un proyecto político sólido y en que “hay mucho que defender del gobierno actual”, pero, por otro, la falta de liderazgo dentro de la colectividad se ha convertido en un problema evidente. La negativa de figuras clave y la falta de nuevos liderazgos han puesto en jaque la viabilidad de una candidatura presidencial propia.
UN PARTIDO SIN RUMBO
El aplazamiento de la definición presidencial ha dejado en evidencia la falta de liderazgo y la desesperación del FA por mantenerse relevante en la contienda electoral.
Algunos analistas sostienen que la colectividad está pagando el costo de representar a un gobierno con baja aprobación y que, sin una figura fuerte que asuma ese peso, se exponen a una debacle política.
Por ahora, el Frente Amplio sigue sin candidato y con la incertidumbre de si podrán levantar uno propio o si terminarán apoyando a un abanderado de otro partido dentro de la alianza de gobierno.
Lo cierto es que la crisis de identidad y liderazgo dentro de la colectividad es más profunda de lo que quieren admitir, y la falta de una definición clara solo incrementa la percepción de un partido a la deriva.
