Harry Kane sigue sin romper su maldición de títulos. Bayern Múnich empató 3-3 ante Leipzig en el último minuto, postergando la coronación en la Bundesliga.
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Harry deberá esperar para levantar su ansiado primer trofeo. El delantero inglés, sancionado y desde las gradas, vio cómo el Bayern Múnich dejó escapar el triunfo este sábado tras empatar 3-3 con el Leipzig en el minuto 94. La «maldición de Kane» sigue viva, al menos por unos días más.
El Bayern Múnich llegó a este partido con la oportunidad de coronarse campeón de la Bundesliga número 34. Sin embargo, la historia tuvo un giro dramático. El conjunto bávaro remontó un 0-2 en contra, acariciando el título en los minutos finales. Harry Kane ya bajaba al césped listo para festejar. Pero todo cambió con un gol agónico de Yussuf Poulsen, que marcó con el único disparo entre los tres palos del Leipzig en la segunda parte.
La imagen de Kane, que pasó de la sonrisa a la incredulidad en segundos, reflejó la decepción de un equipo que ya tenía organizada la celebración. Su entrenador, Vincent Kompany, había prometido tres días libres si conseguían sellar el título este sábado. Pero el fútbol tuvo otros planes.
La buena noticia para los bávaros es que el campeonato sigue prácticamente asegurado. Si el Bayer Leverkusen no gana este domingo al Friburgo, el Bayern será matemáticamente campeón. Y si eso no ocurre, tendrán una nueva oportunidad la próxima semana en casa, frente al Borussia Mönchengladbach. Con 76 puntos, los de Múnich mantienen nueve de ventaja sobre el Leverkusen, que tiene tres partidos por disputar.
Harry Kane, de 31 años, sigue esperando romper su sequía de títulos tras 14 años de carrera profesional. Volverá la próxima semana con la esperanza intacta de sumar su primer trofeo. Mientras tanto, la Bundesliga retrasa su definición y deja en suspenso una celebración que parecía segura.
