Los líderes del Grupo de los Siete (G7) urgieron este lunes al presidente estadounidense Donald Trump a revertir su política arancelaria global, advirtiendo que su estrategia comercial amenaza la estabilidad económica mundial. En una declaración conjunta, también hicieron un llamado a reducir las tensiones en Medio Oriente.
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Reunidos en el resort de Kananaskis, en las Montañas Rocosas canadienses, los jefes de Estado y de Gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido instaron a Washington a suspender los nuevos aranceles anunciados para el próximo mes.
Aunque la mayoría de los países del G7 ya enfrentan un arancel general del 10 % impuesto por la administración Trump, varios sufren además gravámenes específicos sobre automóviles, acero y aluminio. La postura del mandatario ha generado preocupación entre sus socios, quienes temen que la guerra comercial debilite sus economías y termine beneficiando a China.
Durante las sesiones oficiales, varios líderes expusieron directamente su rechazo a los aranceles. “Se pidió terminar con la disputa lo antes posible”, declaró un alto funcionario alemán bajo condición de anonimato. Agregó que la escalada comercial perjudica al bloque y solo refuerza la posición de China en el comercio internacional.
En paralelo, el conflicto entre Israel e Irán marcó el tono de la cumbre. Canadá, anfitrión del encuentro, intentó evitar fricciones con el presidente estadounidense, quien decidió abandonar anticipadamente la reunión. Trump justificó su salida con la necesidad de monitorear de cerca la situación en Medio Oriente y ordenó la evacuación de ciudadanos estadounidenses desde Teherán.
“Quisiera poder quedarme hasta mañana, pero ellos entienden. Esto es grande”, dijo Trump en la tradicional foto oficial del G7, tomada antes de su partida.