Milei se reúne el domingo con Papa Francisco. El presidente argentino Javier Milei se encontrará con el papa Francisco por primera vez en el Vaticano este domingo.
El encuentro está marcado por los ataques previos del dirigente ultraliberal al pontífice y el contexto político tenso en Argentina.
Milei asistirá a la canonización de la beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, en la Basílica de San Pedro.
Esta ceremonia brindará la oportunidad para que el presidente Milei salude por primera vez a Francisco, quien es jesuita, argentino y antiguo arzobispo de Buenos Aires.
Al día siguiente, ambos sostendrán una extensa audiencia en la Santa Sede.
Este encuentro entre dos líderes posicionados en polos ideológicos opuestos ha sido precedido por un acercamiento reciente, incluida una llamada del pontífice al nuevo mandatario tras su victoria electoral.
Invitación para que el Papa visite la Argentina
Una de las cuestiones destacadas en estos encuentros será si el Papa Francisco visitará su Argentina natal este año, país que no ha pisado desde su elección como jefe de la Iglesia católica en 2013.
El presidente Milei y el Papa Francisco discutirán el tenso ambiente político en Argentina, donde el megapaquete de reformas desreguladoras propuesto por el mandatario fue bloqueado esta semana en la cámara baja del Congreso por falta de apoyo..
Desde Israel, donde estaba de visita, el mandatario reaccionó con furia calificando a los diputados que no lo respaldaron como «un conjunto de delincuentes».
La invitación previa de Milei a Francisco para visitar Argentina, hecha en una carta pública, sirvió como disculpa tras los insultos del presidente hacia el papa durante su participación en programas de televisión y en su campaña electoral, cuando lo acusó de «injerencia política».
Durante su estancia en Italia, Milei también tiene previsto reunirse con el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni.
Esta visita se produce después de su viaje a Israel, donde Milei demostró su afinidad con el judaísmo y anunció planes para mudar la embajada argentina a Jerusalén, aunque descartó por el momento una conversión religiosa debido a incompatibilidades con su función actual.
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