La relación entre Argentina y China se ha vuelto cada vez más estrecha. Tanto, que el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, sugirió que se debería fundar la república de «Argechina», así lo reportó la BBC. El país latinoamericano, asegura el informe, ha recibido inversiones multimillonarias de Pekín.
Los números respaldan esta afirmación. Argentina superó a Brasil como el principal destino de inversiones chinas en América Latina en 2022. Según el estudio del Consejo Empresarial Brasil China (CEBC) «Inversiones chinas en Brasil: 2022 – tecnología y transición energética», China destinó US$1.340 millones a Argentina frente a los US$1.300 millones otorgados a Brasil.
Más recientemente, Argentina se unió al BRICS, un grupo que incluye a Brasil, Rusia, China, India, y Sudáfrica, como uno de los seis países miembros a partir de 2024. Además, Argentina se incorporó a la ‘Nueva Ruta de la Seda’, un proyecto de desarrollo chino. Aunque el candidato presidencial Javier Milei ha expresado críticas hacia China, no se prevé una ruptura en la relación bilateral.
Argentina se convierte en el principal destino de inversiones chinas
China es el segundo socio comercial más importante de Argentina, después de Brasil, debido a su necesidad de materias primas, como alimentos y recursos minerales, que Argentina puede proporcionar. Además, la histórica escasez de dólares en Argentina ha aumentado su dependencia de China. Argentina cerró un acuerdo con el Banco Popular de China para expandir el swap de divisas, lo que permitió al país pagar parte de su deuda al FMI en yuanes.
Además de las consideraciones económicas, la influencia geopolítica de China en América Latina ha crecido. China tiene una visión a largo plazo de sus inversiones y busca establecer asociaciones estratégicas en la región.
Aunque Milei ha sugerido una posible ruptura con China, expertos consideran que esto sería improbable debido a la importancia de China como destino de las exportaciones argentinas. Se espera que, en caso de ser elegido, Milei deba considerar las realidades económicas internacionales y mantenga la relación con China.
Si bien las elecciones presidenciales en Argentina pueden generar ciertas preocupaciones en China, es poco probable que las relaciones bilaterales vuelvan al nivel de la presidencia de Cristina Kirchner, cuando Argentina tenía una posición más reacia hacia Estados Unidos.
