La cuestionada parlamentaria, cuya militancia fue suspendida por un año por el Tribunal Suoremo de Revolución Democrática, luego de haberla apoyado incondicionalmente, reconoce en la misiva no haber ponderado el impacto político que el caso iba a tener en RD y en el propio gobierno, pero asegura que «estoy tranquila, sabiendo que la verdad se impondrá”.
Como se sabe, el pasado 18 de julio el Tribunal Supremo de RD decidió suspender por un año la militancia de Catalina Pérez por su vínculo con el caso de Democracia Viva -que dio inicio a la polémica del lío de platas entre organismos del gobierno y algunas fundaciones por tratos directos y, en muchos casos sin boletas de garantía-, la parlamentaria decidió enviar este viernes una carta a los militantes de la tienda frenteamplista, en la cual reitera no tener participación en el caso, pero reconoce que cargará con “el peso del error” de no haber ponderado el impacto político que el caso iba a tener en RD y en el propio gobierno.
Pérez fue sancionada, luego de que la expareja de la parlamentaria, Daniel Andrade, y su exasesor, Carlos Contreras, protagonizaran la polémica generada por la cuestionada entrega de dineros públicos, por trato directo, a la fundación Democracia Viva por parte de la Seremi de Vivienda de Antofagasta.
Tras ese hecho se desencadenaron las renuncias del Seremi, quien había sido asesoir de la parlamentaria y la expulsión de este y la pareja de Pérez del partido.
GRACIAS POR EL ALIENTO
En la misiva, Pérez agradece “a todos los que me han entregado palabras de aliento, a quienes me han ayudado a procesar la injusticia, a quienes han estado disponibles para conversar con altura de miras sobre este doloroso proceso”.
Según la parlamentaria “somos un proyecto político que busca aportar a la construcción de las grandes transformaciones que nuestro país necesita”, tras lo cual agrega que “nuestro proyecto no depende de las buenas o malas decisiones que cada uno de nosotros tome por separado, sino de las grandes peleas que damos juntos”.
“Que nuestra juventud no nos haga perder perspectiva. Después de estos momentos difíciles, que pasarán como todo en la vida, vendrán otros. Y entonces será esencial que hayamos aprendido las lecciones de fraternidad y mesura, de racionalidad, responsabilidad y confianza que debemos sacar de este doloroso episodio, que no define, pero sí marca nuestra historia, porque sin ellas, ningún proyecto político es viable”, agrega Pérez.
La diputada Pérez, quien también fue alejada de la bancada del frente Amplio, destaca en la nota que “es propio de nuestros valores compartidos hacernos cargo de lo que hacemos y de lo que omitimos. Por mi parte, me he sometido y he acatado la sanción que me ha impuesto el Tribunal Supremo, de un año de suspensión de mis derechos militantes. Ya he dicho -y lo reitero- que nunca he hecho uso de mi cargo para interceder por ninguna persona o fundación para obtener recursos del Estado, ni me he beneficiado de ninguna manera de ello. Sé que esto pasará y se aclarará todo lo acontecido. Sé que las instancias judiciales establecerán que no tuve injerencia alguna en los actos cuestionados”.
Catalina Pérez reconoce que “sí cargo y cargaré con el peso del error de no haber ponderado adecuadamente el profundo daño e impacto político que este caso le iba a causar al proyecto que hemos construido y a su militancia, a nuestro gobierno y a mí misma. Quienes me conocen, saben cuánto me lo reprocho”, destacó.
También dice que confía que los tribunales determinen las sanciones y penas para quienes corresponda. Sin embargo, termina señalando que “estoy tranquila, sabiendo que la verdad se impondrá”.
