Desde el comienzo del año 2024 hasta la fecha actual, se han registrado aproximadamente 400 casos de personas infectadas con Síndrome de Choque Tóxico Estreptocócico (STSS), también conocido como «enfermedad carnívora», lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores.
El doctor Sebastián Ugarte, quien es el jefe de la Unidad de Paciente Crítico (UPC) en la Clínica INDISA, abordó las principales cuestiones que han surgido en relación con esta bacteria, incluyendo su origen y la posibilidad de un brote en nuestro país.
«El STSS es una infección bacteriana poco común, pero extremadamente grave. Puede progresar rápidamente, causando una serie de complicaciones graves, como baja presión arterial, insuficiencia multiorgánica, necrosis de los tejidos blandos e incluso la muerte en algunos casos», explicó.
STSS
La enfermedad carnívora es causada por una bacteria específica llamada Streptococcus del grupo A. Estos estreptococos pueden desencadenar el STSS cuando infectan los tejidos profundos y la sangre, desencadenando una respuesta inflamatoria grave en el cuerpo.
Lea también: Hijo de Michael Jackson lleva a su abuela a tribunales
No todas las infecciones por Streptococcus del grupo A resultan en el desarrollo del STSS. Sin embargo, en ciertos casos, cuando la bacteria penetra profundamente en el organismo, puede desencadenar una serie de eventos que llevan al Síndrome de Choque Tóxico Estreptocócico.
PRODUCCIÓN DE TOXINAS
La capacidad de esta bacteria para causar el STSS está relacionada con la producción de toxinas que afectan la respuesta inmunitaria y la función de los órganos.
Por lo tanto, la identificación rápida y el tratamiento adecuado de las infecciones por Streptococcus del grupo A son esenciales para prevenir la progresión hacia el STSS y sus complicaciones asociadas.
SÍNTOMAS
Los síntomas iniciales del STSS suelen incluir fiebre y escalofríos, dolores musculares, náuseas y vómitos. Posteriormente, pueden aparecer síntomas más graves, como presión arterial baja (hipotensión), aumento de la frecuencia cardíaca (taquicardia), respiración rápida (taquipnea) y signos de insuficiencia de órganos.
El Síndrome de Choque Tóxico Estreptocócico tiene tratamiento. Los médicos suelen tratar esta enfermedad con antibióticos específicos para combatir la bacteria Streptococcus responsable de la infección.
DETECCIÓN TEMPRANA
Es esencial que las personas con STSS reciban atención médica hospitalaria, ya que a menudo requieren cuidados intensivos. En la unidad de cuidados intensivos, el tratamiento generalmente incluye la administración de líquidos intravenosos y medicamentos para estabilizar la presión arterial y apoyar la función de los órganos en casos graves de STSS.
En muchos casos, también es necesario realizar una intervención quirúrgica de emergencia para eliminar el tejido infectado y prevenir la propagación de la infección. Esta cirugía es crucial para detener la progresión del síndrome y mejorar las posibilidades de recuperación del paciente.
INFECCIONES VIRALES
El Síndrome de Choque Tóxico Estreptocócico generalmente no se considera contagioso de la misma manera que algunas infecciones virales o bacterianas comunes. En la mayoría de los casos, el STSS no se transmite directamente de una persona a otra a través del contacto casual o el aire.
Sin embargo, la bacteria Streptococcus del grupo A puede ingresar al cuerpo a través de cortes en la piel, como heridas quirúrgicas o lesiones, y también a través de las membranas mucosas, como las de la nariz y la garganta, mediante gotas de personas infectadas.
HIGIENE
Aunque no se considera contagioso de la manera tradicional, es importante seguir buenas prácticas de higiene y cuidado de heridas para prevenir infecciones bacterianas, incluido el STSS. Además, cualquier persona que presente síntomas debe practicar medidas de higiene respiratoria y buscar atención médica de inmediato para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Sí, el STSS es una enfermedad poco común pero grave, especialmente si no se trata a tiempo. La tasa de mortalidad puede alcanzar el 30%, incluso con el mejor tratamiento disponible
