El Gobierno de Colombia declaró haber superado «el impasse» que desencadenó una crisis diplomática con Estados Unidos.
Este conflicto surgió debido a la decisión del presidente Gustavo Petro de no autorizar el ingreso de dos aviones con ciudadanos deportados desde EE.UU., mientras no se garantizará un trato «digno» para esas personas.
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«Hemos superado el impasse con el Gobierno de Estados Unidos», afirmó el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, al leer un comunicado frente a la prensa, acompañado del embajador en Washington, Daniel García-Peña; la canciller designada, Laura Sarabia; el vicecanciller Jorge Rojas; y el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes.
REUNIONES
Murillo agregó que, en este contexto, tanto él como el embajador García-Peña «viajarán a la ciudad de Washington en los próximos días para sostener reuniones de alto nivel que den seguimiento a los acuerdos resultado del trabajo conjunto que llevaron al intercambio de notas diplomáticas entre los dos gobiernos».
Además, reafirmó: «Seguiremos recibiendo a los colombianos ya las colombianas que regresan en condición de deportados garantizándoles las condiciones dignas como ciudadanos sujetos de derechos».
AUMENTO EN LOS ARANCELES
La decisión del presidente colombiano, Gustavo Petro, de no permitir el ingreso de los vuelos de deportados provocó que su homólogo estadounidense, Donald Trump, impusiera aranceles del 25 % a los productos colombianos, con el anuncio de que en una semana «se elevarán al 50 %».
Trump también comunicó restricciones de viaje, la revocación de visados para funcionarios del gobierno de Petro y su partido, posibles sanciones económicas contra Colombia e «inspecciones» adicionales a ciudadanos y mercancías colombianas que lleguen a Estados Unidos.
Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, ordenó «la suspensión inmediata de la emisión de visas en la sección consular de la embajada de Estados Unidos en Bogotá» desde el lunes, medida que afectó a millas de personas con citas programadas desde hacía meses o años.
GUSTAVO PETRO
En respuesta, Petro ordenó al ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, «elevar los aranceles de importaciones desde los EE.UU. en un 25%» y buscar nuevos mercados para los productos colombianos.
También instruyó la disposición del «avión presidencial» para facilitar el retorno de los connacionales que debían llegar ese mismo día en vuelos de deportación. En un comunicado oficial, el Gobierno reiteró: «Colombia ratifica que se mantendrán los canales diplomáticos de interlocución para garantizar los derechos, el interés nacional y la dignidad de nuestros ciudadanos».
Por otro lado, el Gobierno de Estados Unidos publicó un comunicado desde Washington que afirmaba que los aranceles anunciados por Trump y las sanciones «no se firmarán, a no ser que Colombia no honre este acuerdo».
No obstante, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, precisó que las restricciones de visados y las inspecciones reforzadas por parte de Aduanas y Protección Fronteriza se mantendrán «hasta que el primer avión cargado de deportados colombianos regrese con éxito».
