Corea del Sur se encuentra bajo los efectos de una de las nevadas más intensas de su historia reciente, que ha dejado un saldo de cinco fallecidos, numerosas interrupciones en el transporte y caos generalizado.
Este jueves marca el segundo día consecutivo de intensas nevadas, que han acumulado hasta 40 centímetros de nieve en algunas zonas de la capital, Seúl.
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Según la agencia Yonhap, esta es la mayor nevada registrada en un mes de noviembre desde que comenzaron los registros meteorológicos en 1907.
El aeropuerto internacional de Incheon, en Seúl, ha sido uno de los más afectados, con 156 vuelos cancelados hasta el momento.
Asimismo, el Ministerio del Interior informó que se suspendieron 104 rutas de transbordadores debido a las condiciones climáticas adversas.
Más de 1.285 escuelas, incluidas guarderías, permanecieron cerradas en la provincia de Gyeonggi y otras regiones cercanas.
TRAGICOS ACCIDENTES
Las nevadas han causado tragedias personales y daños materiales significativos. En la provincia de Gyeonggi, cuatro personas fallaron al colapsar estructuras por el peso de la nieve, mientras que un accidente de tráfico en una carretera helada dejó una víctima mortal más.
En otro incidente, un choque múltiple de 53 vehículos en la provincia de Gangwon resultó en 11 personas heridas.
La respuesta de las autoridades ha sido contundente: en Seúl se movilizaron más de 11.000 trabajadores para limpiar las calles y minimizar los riesgos.
Sin embargo, se reportaron 131 apagones temporales en distintas áreas de la ciudad. Aunque la alerta de nevadas fue levantada en la capital, sigue vigente en otras regiones del país.
Los meteorólogos atribuyen esta inusual nevada de noviembre a un fenómeno en el que las temperaturas más cálidas de lo habitual en los mares al oeste de la península coreana interactúan con corrientes de aire frío.
Además, Corea del Norte también informó acumulaciones de nieve superiores a 10 centímetros en algunas regiones.
Esta nevada histórica ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de la región ante fenómenos climáticos extremos, dejando a las autoridades y ciudadanos luchando por mantener la normalidad en medio de condiciones excepcionales.
