No se trata de los jueces ¡desubicado! Por Víctor Maldonado R.
Según Evelyn Matthei hay políticos financiados por el narco, jueces y fiscales que están comprados o amenazados.
Son afirmaciones polémicas y han traído una gran cantidad de réplicas pidiendo que entregue antecedentes.
Fueron declaraciones demasiado extensas para ser un error comunicacional, corresponde a un tipo de posicionamiento escogido e interesa evaluar cómo afectará a la candidata presidencial.
Es un paso osado, pero del que no se espere que provoque reacciones desde donde no vendrán.
Que al ciudadano común le digan que hay políticos ligados a los narcos o a las drogas no les parecerá novedad y que hay jueces que suelen dejar libres a personajes poco recomendables, tampoco.
Es triste y es así.
Pero será bien distinta la reacción del mundo institucional, los poderes del Estado que han sido aludidos, y eso Matthei no lo podía desconocer cuando empezó a hablar.
Es solo que lo que acaba de hacer es tomar un riesgo calculado que le deja poca posibilidad de acción a su contrincante republicano.
Cierto que es un exceso verbal tejer un manto de duda sobre la conducta de grupos muy grandes de personas que pueden ser perfectamente inocentes; sin embargo, si sigue en esa misma línea, sin sobrepasarse más, habrá conseguido algo en sus electores que puedan permanecer dudosos entre dos opciones.
No digo que lo que hace la candidata sea bueno, sino que tiene sentido dentro de una estrategia donde la competencia se hará dura porque el contrincante no tiene la tentación de caer en la ternura.
Esto trae otra consecuencia de rebote y es que también escoge antagonista al frente.
Desde luego, si el tema es seguridad, delito, narcotráfico y debilidades institucionales, quien debiera polemizar con la candidata de la derecha es la ministra Carolina Tohá, a quien le regalan, además, el espacio dedicado a cuidar a la institucionalidad de acusaciones que se hacen al boleo.
El único que no lo va a entender es el ministro de Justicia que se siente llamado a contestar lo que sea que incluya leyes y su aplicación, es decir, a todo.
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Creerá que se trata de contestar en su mérito a lo que se dice, o sea, no va a entender de lo que se trata y por eso alguien tendrá que mostrarle las virtudes del silencio.
La reacción de Matthei no puede ser antojadiza, si lo fuera, varios en la oposición se habrían cuidado de decirle, con los buenos modales que caracterizan a quienes no se quieren suicidar, que se deben cuidar las formas.
Nada de esto pasó, incluido el entorno de la candidata donde de audacia solo han oído hablar.
Esto quiere decir que inaugura un procedimiento al que se le dará continuidad.
El gobierno, por lo tanto, no puede contestar poniendo demasiada amplificación ambiente porque un debate en estos términos también les trae claros beneficios y deja a Kast fuera de la discusión.
Al menos esa es la intención al dar este primer paso, pero como los otros nunca hacen exactamente lo que uno espera y son igualmente inteligentes, se darán su tiempo para encontrar el mejor modo de contestar a este inicio de campaña.
Hay que reconocer que es bastante más entretenido que esperar que las reformas se aprueben o que el embajador en España se ponga sensato.
