Política

Ofrecen acuerdos si adoptamos el punto de vista de derecha

Víctor Maldonado R. Sociólogo

Licenciado en Sociología y Magíster en Ciencias Políticas, ambas de la Universidad de Chile.

El nuevo presidente del Senado sabe que hacerse el leso no sirve. Se trata de recuperar confianzas, luego de una ruptura inédita y grave de los acuerdos.

José García Ruminot no explica por qué llegó a la presidencia del Senado, se limita a afirmar que “las cosas fueron así, se dieron así”.

“El oficialismo -dice- tuvo hartas oportunidades para hacer las cosas de manera oportuna y haber mantenido la presidencia” y “hubo varias advertencias previas y públicas”.

Empezar de nuevo

Nada de esto explica por qué el oficialismo debía tomar la iniciativa para que la oposición mantuviera la palabra empeñada y en Chile Vamos se sintieran “en libertad de elegir otra alternativa”.

El vacío en la argumentación no se llena.

El pasado no tiene excusas, pero lo que viene tiene muchas variantes. El senador RN da la señal correcta en cuanto a lo que hay que hacer y en cómo contribuir a conseguirlo.

Se respalda en su trayectoria como persona dialogante.

¿El García Ruminot conciliador?

“Todo el mundo quiere que tengamos un trabajo legislativo sólido, que saquemos las leyes a tiempo. Entonces, yo me identifico mucho con esa posición”, señala en un punto que puede tener reconocimiento general.

En cuanto a las prioridades en la agenda legislativa, García Ruminot quiere darle continuidad al trabajo realizado por la dupla Coloma y Huenchumilla:

“La prioridad por la agenda de seguridad también será nuestra, pero también otras, como la reforma previsional, el pacto fiscal, los temas de salud y educación”.

Hacerse el leso, no sirve

El nuevo presidente del Senado sabe que hacerse el leso no sirve. Se trata de recuperar confianzas, luego de una ruptura inédita y grave de los acuerdos.

Nada parecido a declarar que se trata de “una cosa pequeña” porque eso implica el intento de dar vuelta la página sin explicar ni resolver un impase de gran calado.

No necesita poner un velo sobre lo ocurrido porque la crisis no lo tuvo por protagonista, sino como beneficiario inesperado.

«En su mérito»

Respecto de la tramitación de las principales iniciativas de gobierno, García Ruminot asume la posición más sensata posible, dadas las circunstancias.

Asegura que las reformas y proyectos de ley se verán en su mérito y que la nueva mesa del Senado no es un freno para la agenda de gobierno.

Cuando se le pregunta sobre la reforma al sistema político, señala que sería positivo, pero que “las dificultades que hay para construir acuerdos son enormes y son cada vez más grandes”.

¿Tendrá límite la derecha?

La derecha se vería algo cómica aprobando leyes que sancionen con la pérdida de su puesto a los parlamentarios que abandonan su partido y alteran las mayorías, cuando acaba de llegar a la presidencia del Senado gracias a este mismo tipo de personajes.

Para todo hay un límite.

¿Hay espacio para los acuerdos? Claro, en un pacto fiscal, entendido como una iniciativa centrada en el crecimiento de la economía, porque así se facilita la mayor inversión, rebajando impuestos.

Así que la derecha piensa que se puede llegar a acuerdos si vemos las cosas desde su punto de vista.

Acuerdo, no sometimiento

García Ruminot tiene la actitud adecuada, pero la interrogante es si tendrá la fuerza suficiente para hacer que la derecha haga un giro.

Si cuando era la mitad del Senado llegó a la intransigencia, ahora que tiene la mayoría por migración política no se ve cómo recupere la serenidad y se decante por el entendimiento.

Hay que intentarlo, pero el diálogo no es que un conglomerado pida sumisión mostrando un rostro apacible. Hay que dar la cara y dar el ancho, las dos cosas.

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