El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, fue tajante: en una entrevista con CNN grabada el domingo en Odesa, dijo que la respuesta de Vladímir Putin a la rebelión armada de Wagner fue “débil” y que el presidente ruso está perdiendo el control de su propio pueblo.
Esto, a raíz del levantamiento, reclamó el control de las instalaciones militares en dos ciudades rusas y marcha hacia Moscú del jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgeny Prigozhiny, que representó la mayor amenaza a la autoridad del mandatario ruso en dos décadas.
“Vemos la reacción de Putin. Es débil”, dijo Zelensky. “En primer lugar, vemos que no controla todo. Wagner se adentra profundamente en Rusia y toma ciertas regiones. Esto es muestra de lo fácil que es hacerlo. Putin no controla la situación en las regiones”.
“Todo ese poder vertical que solía tener se está desmoronando”, enfatizó.
Zelensky dijo que los informes de inteligencia ucranianos mostraban que el Kremlin estaba midiendo el apoyo a Prigozhin, y afirmó que la mitad de Rusia apoyaba al jefe de Wagner y al motín del grupo paramilitar.
Hablando en una conferencia de prensa en Kiev el sábado, Zelensky había afirmado que la rebelión de Prigozhin había “afectado en gran medida el poder ruso en el campo de batalla” y podría ser beneficiosa para la contraofensiva de Ucrania.
Si bien el impulso de los esfuerzos de Kiev se ha centrado en recuperar territorio en el sur y el este de Ucrania, Zelensky dijo que su objetivo final era liberar Crimea, la península anexada por Rusia en 2014 en violación del derecho internacional.
“No podemos imaginar Ucrania sin Crimea. Y mientras Crimea está bajo la ocupación rusa, solo significa una cosa: la guerra aún no ha terminado”, dijo.
Cuando se le preguntó si había algún escenario en el que pudiera haber paz sin Crimea, Zelensky dijo: “Entonces no será una victoria».
