Pablo Fernández, preparador físico del equipo adiestrado por Jorge Sampaoli, le dio un puñetazo al delantero Pedro y terminó en una comisaría de la policía.
El incidente ocurrió en el vestuario del Estadio Raimundo Sampaio de Belo Horizonte, donde el Fla visitó al Atlético Mineiro venciéndolo por 1-2. Fernández habría golpeado al ariete luego que este reclamara por sus escasos minutos de juego (ni siquiera entró a jugar el partido) y luego de que decidiera dejar de calentar.
«Podría estar aquí hablando de los pocos minutos recibidos en los últimos partidos, pero lo que pasó hoy fue más grave que lo que puede pasar dentro de las cuatro líneas. Cobardemente, sin motivo e inexplicablemente, fui atacado, golpeado en la cara, por Pablo Fernández, miembro del cuerpo técnico de Sampaoli», dijo el delantero en Instagram.
«La cobardía física se antepuso a la cobardía psicológica que he sufrido en las últimas semanas. Alguien que se cree con derecho a agredir a otro no merece el respeto de nadie. He pasado por muchas pruebas aquí en Flamengo, pero nada se compara con la cobardía sufrida hoy», agregó.
Fernández fue llevado por la policía a una comisaría y se negó a compartir auto con el mismo Pedro, quien denunciará el hecho ante las autoridades.
Según medios brasileños, el plantel exige el despido de Fernández. De momento, la dirigencia no se ha referido al hecho, aunque se espera el despido del preparador físico y la continuidad de Sampaoli.
Asimismo, Pedro ha sido apoyado públicamente por otros jugadores, entre ellos, Arturo Vidal.
REACCIÓN DE SAMPAOLI
«No pude dormir pensando en cómo ayudar a Pedro y Pablo. Sé que ustedes dos tuvieron una noche horrible. Y que, pase lo que pase, tenemos la obligación de cuidarnos. Para ser mejores y colocar a Flamengo arriba de todo», señaló.
«No creo en la violencia como solución. Eso no nos lleva a ningún lugar. A lo largo de mi carrera vi tantas peleas y siempre me dejaron con una sensación de vacío. Lo que pasó ayer me dejó muy triste», añadió.
Siguiendo con el escrito, Sampaoli sostuvo: «Opacamos una victoria impresionante con una disputa interna cuyas razones existen, pero que en este momento no importan».
«Yo tengo fe en la palabra, que es una forma de tener fe en el ser humano. Porque la violencia nos separa y la conversación nos une. Es una transformación que llevará tiempo. No será de un día para el otro», continuó.
«Yo soy el conductor de este equipo. Me duele mucho cuando dos colegas de trabajo pelean. Los entrenadores no se dedican solo a la táctica y a la preparación de los futbolistas. Por encima de todo, trabajamos para formar grupos», cerró.
