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Sexualidad en la tercera edad: Rompiendo el estigma

En la actualidad, la sociedad chilena está experimentando un importante cambio demográfico con un aumento significativo en la esperanza de vida de sus habitantes.

El envejecimiento de la población trae consigo nuevos desafíos que deben ser abordados de manera integral, y uno de ellos es la consideración de la sexualidad en la tercera edad.

A menudo ignorada o estigmatizada, la sexualidad en esta etapa de la vida merece ser entendida y discutida sin prejuicios ni tabúes.

El primer paso para abordar la sexualidad en la tercera edad es desafiar los estereotipos y prejuicios asociados con esta etapa de la vida.

Es esencial comprender que el deseo sexual y la satisfacción emocional no tienen edad, y que el placer y la intimidad son derechos humanos fundamentales en todas las etapas de la vida.

A medida que envejecemos, es natural que nuestro cuerpo y nuestras necesidades sexuales cambien.

Sin embargo, es crucial reconocer que la sexualidad se basa en mucho más que la función fisiológica.

La conexión emocional, la comunicación y la intimidad son elementos clave para mantener una vida sexual satisfactoria en la tercera edad.

Sexo y vejez es un binomio del que cuesta hablar en la sociedad occidental. Según la Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género (Enssex) 2022-2023, gran parte de la sociedad chilena ni siquiera se atreve a conversar sobre sexualidad.

Sin embargo, que no se hable no significa que no ocurra y, en el caso de las personas mayores, no es diferente.

Así lo explico la académica de la UTalca, Carolina Riveros Ferrada, quien indicó que, “existen estudios internacionales que dan cuenta de que las personas mayores tienen una vida sexual activa, no son las mismas cifras que las personas en otro rango etario, pero un tercio de las personas mayores declaran tener sexo habitualmente”.

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De acuerdo con la profesora, “el problema es que la sexualidad en la vejez es vista como un tabú, ya que se considera que las personas mayores no tienen una vida sexual activa y, por lo tanto, eso hace que tengamos la idea de que a este grupo se les está negada vivir su sexualidad como a todos los demás”.

La especialista, quien es parte del comité consultivo del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), expresó, además que, los Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) tienen un desafío en esta materia, ya que, “es difícil tener intimidad y, por lo tanto, se están generando protocolos por parte del SENAMA para llegar a puntos de encuentro, mayor conocimiento, capacitación tanto del personal que trabaja como de la familia”.

“Hay que recordar que en los ELEAM tenemos una población que mayoritariamente está con demencia y hay ciertos aspectos que hay que resguardar como el consentimiento y, por lo mismo, se ha percibido que es una necesidad importante”, explicó Riveros Ferrada.

La educación sexual no es exclusiva de los jóvenes

A medida que envejecemos, es necesario cuidar nuestro cuerpo y nuestra salud.

Esto implica una comunicación abierta con los profesionales de la salud, especialmente en lo que respecta a las enfermedades crónicas, la medicación y las posibles limitaciones físicas.

Los adultos mayores deben recibir el apoyo necesario para abordar cualquier problema de salud relacionado con la sexualidad, y conocer las alternativas disponibles para mantener una vida sexual activa y saludable.

La educación sexual no es exclusiva de los jóvenes, sino que debe estar disponible a lo largo de toda la vida.

Debemos proporcionar información relevante y actualizada sobre la sexualidad en la tercera edad, incluyendo la importancia de mantener una comunicación abierta con la pareja, la exploración de nuevas formas de intimidad y el uso de métodos anticonceptivos, si es necesario.

La OMS declaró el periodo del 2021 al 2030 como la década del Envejecimiento Saludable, instando a colaborar para mejorar las vidas de las personas mayores y la sexualidad.

La experta señaló que, “la sexualidad no solo considera la relación sexual específica, sino que está dentro de un marco de intimidad: las caricias, los abrazos o tomarse la mano. Eso también es parte de un conjunto”.

La intimidad: un aspecto clave

Tanto los profesionales de la salud como las organizaciones comunitarias deben sensibilizarse sobre la importancia de abordar este tema y brindar un espacio seguro para que los adultos mayores expresen sus inquietudes y dudas.

Todos debemos contribuir a romper los estigmas y tabúes que rodean a este tema, y brindar los recursos y el apoyo necesario para que los adultos mayores puedan disfrutar de una vida sexual activa y saludable.

Promover una conversación abierta, la educación y el acceso a la atención médica adecuada son pasos fundamentales para asegurar el bienestar sexual de los adultos mayores en Chile.

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