Tras 23 días de bloqueos en Bolivia, las organizaciones afines a Evo Morales decidieron dar una tregua de 72 horas, permitiendo la circulación de vehículos en respuesta a los crecientes reclamos por las pérdidas económicas causadas por las protestas
“Vamos a hacer una pausa con vigilia y suspender temporalmente los bloqueos”, anunció el dirigente campesino Humberto Claros en conferencia de prensa, explicando que la decisión responde a una “cuestión de humanidad”. Aunque las bases sociales no estaban de acuerdo, asumieron la pausa como un acto de empatía hacia los afectados.
Lea también El posible impacto económico de Trump en economías emergentes
El martes por la noche, Morales se pronunció por segunda vez a favor de una “pausa” en los bloqueos, buscando una oportunidad para dialogar con el Gobierno.
Aunque ya había solicitado el repliegue el viernes, las organizaciones sociales mantuvieron algunos puntos de bloqueo, principalme en el departamento de Cochabamba
GOBIERNO CONDICIONÓ DIALOGO CON LEVANTAR EL BLOQUEO
El Gobierno de Luis Arce condicionó el diálogo a que se levantaran los bloqueos y que los temas se limitaran a las competencias del Ejecutivo, excluyendo las demandas judiciales y electorales de Morales.
Mientras tanto, los líderes de la protesta insisten en que la movilización responda a necesidades internas y no solo a la defensa del exmandatario, a pesar de que la crisis ha agravado la escasez de combustible y elevado el precio de los productos.
Hasta el fin de semana, las pérdidas económicas se calculaban en unos 2.109 millones de dólares, afectando principalmente los sectores productivos y de transporte.
La provisión de combustible, que ya enfrentaba dificultades, se agravó con los bloqueos, provocando filas de hasta cuatro horas en gasolineras y poniendo en riesgo la producción.
24 DÍAS DE BLOQUEOS
A lo largo de los 24 días de protestas, se registraron hasta 23 puntos de bloqueo simultáneos, afectando principalmente la región de Cochabamba y bloqueando el tránsito entre el oriente y occidente del país.
Durante las movilizaciones, Evo Morales denunció que el Gobierno intentó asesinarlo, afirmando que lo persiguieron y le dispararon.
El presidente Arce negó cualquier implicación, y el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, explicó que se trató de un operativo policial tras la negativa de Morales a detenerse en un control.
En paralelo a las protestas, se realizaron operativos policiales y militares para desbloquear carreteras, enfrentándose en varios casos a la resistencia de los manifestantes, quienes respondieron con palos, piedras y explosivos.
Hasta la fecha, al menos 150 personas han sido arrestadas, según el Ministerio de Justicia.
La suspensión de los bloqueos reaviva la disputa política entre el presidente Luis Arce y Evo Morales por el control del MAS y la candidatura presidencial de 2025, en un juego de poder que aún no ha concluido.
