La Contraloría General de la República detectó irregularidades en cuatro centros hospitalarios regionales tras una investigación por las listas de espera.
El ente fiscalizador descubrió que en los hospitales de Osorno, Angol, Talca y Ovalle se le dieron prioridad a funcionarios y sus familiares para acceder a prestaciones quirúrgicas.
La información pudo consignarse tras la revisión de la lista de espera de pacientes no GES, en donde se descubrió que los familiares y funcionarios fueron intervenidos con tiempo de espera inferiores al promedio.
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El subdirector médico del Hospital de Osorno logró que operaran a su hermana a pesar de estar solo dos días en lista de espera. Mientras que el promedio de espera normal para los pacientes es de 330 días.
En el Hospital de Angol se verificó que entre enero y diciembre de 2023 se realizaron 359 cirugías a familiares y funcionarios del servicio de salud.
Es más escandaloso saber que, de 153 procedimientos suspendidos a pacientes, 130 fueron por falta de insumos, instrumetal incompleto, equipamientos no operativos, entre otras causas.
En tanto, en el Hospital de Talca se sometieron a cirugía a 121 funcionarios y familiares. También se detectaron irregularidades en los datos de 93 pacientes que estaban en listas de espera.
Además, se reveló que 21 profesionales del centro hospitalario no tenían su especialidad acreditada en la Superintendencia de Salud y de igual forma realizaron intervenciones a pacientes.
En el Hospital de Ovalle se encontraron casos de pacientes a los que se les suspendió la cirugía en el mismo día en que familiares o funcionarios del recinto se sometieron a intervenciones. Además, de 340 operaciones que se suspendieron, 108 fueron por causas no atribuibles a los pacientes.
En el mismo recinto hospitalario se detectó que 22 médicos que realizaron intervenciones a pacientes no están inscritos en el registros de especialidades o subespecialidades para efectuar dichos procedimientos.