Actualmente, uno de los temas centrales en el país es la equidad de género. Sin embargo, pese a los avances, la brecha continúa presente, especialmente en la participación y en el salario.
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LAS CIFRAS LO DEMUESTRAN
De acuerdo a datos recientes, en 2024, la participación de mujeres en directorios empresariales disminuyó a 19,5%, en comparación con el 24,2% del año anterior. A ello, se suma que pese a aumentar la presencia en cargos gerenciales, los hombres aún ocupan el 67,8% de estos puestos.
Según datos del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (2023), solo el 26% de los proyectos FONDECYT Regular son liderados por mujeres. Asimismo, la representación en comités de evaluación es del 30%.
Junto con ello, un estudio de la Universidad de Chile (2022), dio cuenta de que las mujeres académicas ganan en promedio un 18% menos que sus pares masculinos. Lo cual, es en igualdad de condiciones laborales y jerárquicas.
En esa línea, un 54% de las organizaciones no estima su brecha salarial en cargos gerenciales, y un 45% no lo hace en jefaturas. Mientras que, de las empresas que sí miden, solo el 30% reporta haber alcanzado la equidad salarial en la alta dirección.
MEDIDAS PARA MEJORAR
Para hacer frente a la brecha de género en el país, se han implementado una serie de normativas. Por ejemplo, la Ley de Cuotas (Ley 20.840), la cual aborda la representación femenina en la política.
También, esta la Norma Chilena 3262 de gestión de igualdad de género y conciliación de la vida laboral, familiar y personal. La medida ha incentivado la implementación de políticas en las empresas.
A ello, se suma la Iniciativa de Paridad de Género (IPG Chile), que fomenta la colaboración público-privada para aumentar la participación femenina en el mercado laboral y reducir la brecha salarial.
DISMINUCIÓN DE LA BRECHA DE GÉNERO
Respecto a este importante desafío, Lilian San Martín Medina, directora de la Escuela Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello (sede Concepción), indicó lo siguiente:
«Chile ha avanzado en equidad de género, pero todavía queda mucho por hacer. Para que el cambio sea real y sostenible, es necesario un compromiso genuino de todos: el Estado, el sector privado y la sociedad».
«No se trata solo de buenas intenciones, sino de construir políticas basadas en datos y evidencia que realmente funcionen. Solo así lograremos un país donde mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades y donde el talento femenino sea reconocido y valorado como se merece», agregó.
