Como «inquietante» y «sin precedentes» calificó la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de desplegar la Guardia Nacional en Washington DC y federalizar a la policía de la capital para “restablecer la ley, el orden y la seguridad públicas”.
Sin embargo, agregó, «no puedo decir que, dada la retórica del pasado, nos haya sorprendido del todo”.
En una conferencia de prensa poco después del anuncio del mandatario republicano, abogó por la “plena condición de estado para el Distrito de Columbia”, ante lo que calificó como un “frágil” acceso a la democracia.
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Recalcó, asimismo, que desde el municipio colaborarán con el Gobierno federal «para que haga lo que debe hacer por nuestra ciudad».
VIDA NORMAL
La alcaldesa de Washington DC detalló que eso «incluye garantizar que contamos con los jueces que necesitamos, garantizar que todos los parques federales reciben apoyo, no solo en materia de aplicación de la ley, sino también con otras actividades limpias y seguras, y garantizar que nuestra economía cuenta con el apoyo de medidas federales racionales».
“Puedo decir a los residentes de DC (Distrito de Columbia) que seguiremos gestionando nuestro Gobierno de una manera que les haga sentir orgullosos. Equilibraremos nuestros presupuestos. Desplegaremos nuestros servicios. Nuestros hijos comenzarán las clases el 25 de agosto”, añadió Bowser.
Ayer, durante una extensa alocución frente a los medios de comunicación, Donald Trump declaró “emergencia criminal” en el distrito y acusó que la ciudad, la capital de Estados Unidos, es “un santuario para los criminales”. A su juicio, está llena de “bandas violentas y criminales sanguinarios, turbas errantes de jóvenes desenfrenados, drogadictos y personas sin hogar”.
No es el primer despliegue de la Guardia Nacional ordenado por Trump. En la costa atlántica, en Los Ángeles, donde aún permanecen 300 de los cinco mil soldados enviados en junio pasado a aplacar las protestas contra sus políticas migratorias.
