Internacional

8M: Mujeres latinoamericanas resisten los retrocesos

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Foto: Agencia Uno
Para reducir la brecha de género en Chile, se han implementado diversas normativas que buscan fortalecer la equidad

Desde Argentina hasta Colombia, las mujeres se organizan para resistir la violencia y los recortes que amenazan sus derechos. En Buenos Aires, asambleas feministas se movilizan contra la desfinanciación de políticas de género del gobierno de Javier Milei.

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En México, refugios para víctimas de violencia sobreviven gracias al apoyo de la sociedad civil. En Guayaquil, se crean espacios comunitarios para proteger a la infancia de la violencia armada. En Colombia, colectivos de mujeres construyen memoria y paz en territorios golpeados por el conflicto armado.

ARGENTINA: REORGANIZACIÓN FEMINISTA ANTE LOS RECORTES DE MILEI

En Buenos Aires, feministas y transfeministas se reúnen en asamblea para definir estrategias de acción ante el 8 de marzo. El ajuste presupuestario del gobierno de Javier Milei impacta directamente en las políticas de género y derechos sociales. En 2024, el programa Acompañar, destinado a mujeres víctimas de violencia de género, sufrió una reducción presupuestaria significativa.

«Estamos ante un ataque integral, que busca fragmentar el lazo social y señalar chivos expiatorios», denuncia Marta Dillon, activista lesbiana transfeminista. «Nos acusan de ‘ladronas del Estado’ por defender derechos básicos y a la comunidad LGBTQ+ de ‘privilegiada’ cuando las políticas inclusivas solo corrigen injusticias históricas».

Las organizaciones alertan que los recortes afectan la protección contra la violencia de género. En noviembre de 2024, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denunció esta situación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

«No hay partida presupuestaria para el programa Acompañar ni para planes de prevención de la violencia de género», afirma Lucía de la Vega, coordinadora de la agenda feminista del CELS.

La Casa del Encuentro, una organización con más de 20 años de experiencia en el acompañamiento de víctimas, enfrenta demoras crecientes y teme que esto afecte aún más sus tiempos de atención.

CHILE: DISMINUCIÓN DE LA BRECHA DE GÉNERO

Para reducir la brecha de género en Chile, se han implementado diversas normativas que buscan fortalecer la equidad. Entre ellas, destaca la Ley de Cuotas (Ley 20.840), que regula la representación femenina en la política, garantizando mayor participación de las mujeres en los espacios de toma de

Asimismo, la Norma Chilena 3262 establece directrices para la gestión de igualdad de género y la conciliación entre la vida laboral, familiar y personal. Gracias a esta medida, numerosas empresas han adoptado políticas que promueven entornos más equitativos.

A estas iniciativas se suma la Iniciativa de Paridad de Género (IPG Chile), un esfuerzo de colaboración público-privada orientado a incrementar la participación de las mujeres en el mercado laboral y reducir la brecha salarial.

Sobre este reto, Lilian San Martín Medina, directora de la Escuela de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello (sede Concepción), señaló:

«Chile ha avanzado en equidad de género, pero aún queda un largo camino por recorrer. Para que el cambio sea real y sostenible, es fundamental un compromiso genuino del Estado, el sector privado y la sociedad».

«No se trata solo de buenas intenciones, sino de construir políticas basadas en datos y evidencia que realmente funcionan. Solo así podremos garantizar un país donde mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades y donde el talento femenino sea valorado como merece», agregó.

MÉXICO: REFUGIOS PARA MUJERES SOBREVIVEN SIN APOYO ESTATAL

En México, los refugios para mujeres víctimas de violencia continúan funcionando gracias a donaciones y al esfuerzo de organizaciones civiles. La Casa Fuente de Apoyo a Mujeres, Niñas y Niños Víctimas de Violencia no recibe respaldo gubernamental. Desde 2012, su fundadora ha trabajado para suplir la falta de intervención del Estado.

«Casa Fuente nace para responder a la violencia que sufren las mujeres. Es una obligación del Estado garantizar seguridad, pero ante su ausencia, la sociedad civil asume ese rol», señala Beatriz Eugenia Fuentes, su fundadora.

En 2024, 25.000 mujeres y sus hijos encontraron resguardo en los espacios de la Red Nacional de Refugios, un aumento del 24% respecto al año anterior.

GUAYAQUIL: MUJERES COMBATEN LA VIOLENCIA CON ARTE Y COMUNIDAD

En barrios de Guayaquil como Flor de Bastión y la Isla Trinitaria, donde las pandillas disputan el control territorial, mujeres impulsan iniciativas comunitarias para proteger a la infancia. Marielisa Baque transformó su casa en un refugio donde los niños pueden jugar y aprender baile.

«Muchos hogares son disfuncionales, hay personas migrantes, madres solas por la violencia. No hay espacios seguros para los niños, por eso decidí abrir mi casa», explica Baque.

En la Isla Trinitaria, Inés Santos utiliza la música para alejar a los jóvenes de las bandas criminales. «Llegan con agresividad, resentimiento y sin opciones. Nosotras les ofrecemos un espacio donde pueden expresarse y sentirse acompañados», cuenta.

A pesar de los riesgos, estas iniciativas persisten en los barrios más afectados por la violencia. En 2024, cerca de 400 niños fueron asesinados en Ecuador, la mitad de ellos en Guayaquil.

COLOMBIA: MUJERES TEJEN PAZ Y MEMORIA EN META

En Meta, uno de los departamentos más golpeados por el conflicto armado en Colombia, las mujeres lideran iniciativas comunitarias para sanar y construir paz.

Katty Martínez hace parte de ‘Yo Puedo’, una organización que defiende los derechos de niñas y mujeres. Ahora trabajan en una escuela para fortalecer la participación política femenina. «Las mujeres son pilares en la construcción de paz. Necesitamos espacios donde puedan desarrollarse y liderar», afirma Martínez.

Sin embargo, la falta de recursos sigue siendo un reto. «Este trabajo requiere vocación, pero también recursos. Hay que garantizar el transporte de las mujeres, brindarles alimento, asegurar que puedan participar sin preocupaciones», agrega.

Estos proyectos son aún más valiosos ante la desfinanciación de programas de paz debido a los cambios en USAID impulsados por el Gobierno de Estados Unidos. Colombia era el país latinoamericano que más recursos recibía de esta organización.

En Villavicencio, Ángela Cañaveral lidera ‘Enredadas’, un colectivo de madres y víctimas del conflicto que encuentran en el tejido una forma de sanar.

«Tejer nos ayuda a concentrarnos, a olvidar por un momento el dolor, a sanar juntas», explica Cañaveral.

Con más de 8.000 desaparecidos, Meta es el tercer departamento con más víctimas del conflicto en Colombia. Las mujeres continúan manteniendo viva la memoria y la esperanza, como barquitos de papel que navegan contra la corriente.

 

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