Mienten Por Myriam Verdugo Godoy
La polémica abierta con la iniciativa de la derecha en torno a que sea la justicia militar la que vea los casos civiles en caso de estados de excepción, en medio de la discusión sobre las reglas para el uso de la fuerza (RUF), no podía haberse presentado en un momento más especial, único, e impactante.
Especialmente impactante para quienes supimos por décadas, cómo se comportó la justicia militar en los cientos de casos de abusos y de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Años costó convencer respecto a la inconveniencia de que fueran esos tribunales los que juzgaran a civiles y ahora, a propósito del debate parlamentario sobre las RUF, la derecha intenta devolver la facultad de enjuiciar a civiles en los casos en que uniformados incurrieran en delitos en el cumplimiento de labores de orden público.
¿Por qué impacta tanto, en este momento? Porque nuevamente desde el mundo uniformado responden con mentiras a la ciudadanía. Es el caso de la muerte de Franco Vargas, de 19 años.
El temple de una madre pudo más
Si la madre de Franco no hubiera tenido el ánimo ni el temple para indagar, para buscar la verdad sobre la muerte de su hijo, habría quedado impune una muerte culposa y establecida una mentira.
Una mentira institucionalizada, porque no podemos olvidar que la jerarquía del Ejército intentó distorsionar los hechos, difuminar las culpas y establecer que estábamos frente al caso de una juventud débil, “mamona”, como brutalmente enjuicio una política de derecha, específicamente del Partido Republicano.
Un punto de prensa fue citado en Santiago, para confirmar las mentiras urdidas en Putre, por los mandos locales.
Mintieron al decir que el joven llegó vivo al Cesfam de esa localidad, mintieron al decir que lo llevaron en vehículo asistencial. Mintieron respecto a las ropas que portaban.
¿Es la única mentira proveniente de uniformados?
No.
Frescas están en la memoria al menos dos montajes: el relacionado con la Operación Huracán cuando intentaron inculpar a ocho comuneros mapuches en los atentados ocurridos en la Araucanía; mintieron y escondieron pruebas cuando asesinaron a Camilo Catrillanca.
Providencial puede ser la palabra para haber hecho coincidir el intento de la derecha de pasar a la justicia militar casos en los que estuvieran involucrados civiles, con la dolorosa muerte de Franco.
Dolorosamente providencial.
¿Cómo entender y justificar esta postura política en los mismos momentos en que queda en evidencia, nuevamente, una mentira desde una institución uniformada?
Mienten.
Lo hicieron en dictadura cuando negaban la existencia de detenidos, sumiendo a las familias en dolor y desesperación, lo hicieron cuando fueron capaces de hacer un montaje internacional para ocultar crímenes, lo siguen haciendo ahora para encubrirse o para inculpar.
Cuentan con el aval de políticos de derecha y ultra derecha para justificar lo injustificable.
Mienten.
