Después de una suspensión por doping en 2022, Bastián Malla había comenzado su regreso al circuito con buenas sensaciones en torneos M15, logrando dos semifinales en el Stade Francais de Las Condes y participando en la clasificación del ATP 250 de Santiago.
Sin embargo, un error administrativo relacionado con la notificación de su regreso ante la ITIA le impedirá seguir compitiendo por lo menos hasta septiembre de 2025.
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UN «LAPSUS» CON LA ITIA
El tenista de 28 años no informó con suficiente antelación a la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) sobre su deseo de regresar al circuito después de completar los trámites de retiro en 2023.
Este error administrativo le costará una suspensión de seis meses, obligándolo a esperar hasta septiembre para volver a las canchas.
La equivocación de Malla no solo afecta su futuro inmediato en el tenis, sino que también podría tener repercusiones en los torneos en los que participó después de su sanción por doping.
Según informes, el jugador habría sumado puntos y dinero en premios en torneos internacionales, pero estos resultados podrían ser anulados y el dinero obtenido podría tener que ser devuelto.
RELACIÓN CON SU SANCIÓN
La sanción inicial de Malla por consumo de marihuana, que lo mantuvo fuera del circuito por tres meses en 2022, no está vinculada con su actual situación administrativa.
A pesar de haber competido en torneos internacionales tras cumplir su castigo, el error con la ITIA en su proceso de reincorporación al circuito será lo que lo mantenga alejado de las competiciones por un tiempo más.
Aunque el caso de Bastián Malla es problemático, no es el primero de un tenista que se ha reincorporado al circuito después de un retiro o suspensión.
Nicolás Massú, por ejemplo, volvió a la competencia en 2019 sin mayores problemas, ya que nunca formalizó su retiro con la ITIA. Sin embargo, Malla ahora enfrentará un proceso más complicado debido a su falta de notificación oficial.
