Este miércoles, Nicaragua oficializó una reforma a la Constitución Política que redefine el Estado, elimina el equilibrio de poderes y concentra el poder en el presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, quien ahora asume el título de «copresidenta».
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La reforma, duramente criticada por la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos, el Parlamento Europeo y opositores nicaragüenses, entró en vigencia tras su publicación en el Diario Oficial, La Gaceta, 19 días después de su aprobación en segunda y definitiva legislatura.
TRANSFORMACIONES CLAVE DE LA REFORMA
La nueva norma constitucional extiende el mandato presidencial de cinco a seis años, introduce la figura de «copresidencia», otorga al Ejecutivo la facultad de «coordinar» los demás «órganos» del Estado (anteriormente conocidos como poderes) y legaliza la apatridia.
Asimismo, establece la creación de las «fuerzas militares de reserva patriótica» y la «policía voluntaria», cuerpos que, según opositores, podrían operar como fuerzas parapoliciales y paramilitares.
En total, los legisladores modificaron 148 de los 198 artículos de la Constitución y derogaron otros 37, incluyendo el que prohibía la tortura.
CONCENTRACIÓN DEL PODER EN LA PRESIDENCIA
La reforma redefine a Nicaragua como un Estado «revolucionario», soberano e independiente, en el que el pueblo ejerce el poder a través de la Presidencia de la República. Esta instancia no solo dirige el Gobierno, sino que también coordina los órganos legislativo, judicial, electoral, fiscalía de cuentas y demás entes autónomos.
Bajo la nueva estructura, la Presidencia también se convierte en la Jefatura Suprema del Ejército, la Policía Nacional y el Ministerio del Interior. Además, estará compuesta por un copresidente y una copresidenta, quienes podrán designar vicepresidentes sin necesidad de elecciones populares.
Otro cambio significativo es la inclusión de la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como símbolo patrio.
La reforma también otorga a la Presidencia la facultad de ordenar la intervención del Ejército en apoyo a la Policía Nacional cuando lo considere necesario para la estabilidad de la República.
NUEVA ESTRUCTURA DE SEGURIDAD Y CONTROL SOBRE LOS MEDIOS
La nueva Constitución también formaliza las «fuerzas militares de reserva patriótica» dentro del Ejército, integradas por exmiembros retirados o licenciados. Además, crea la «policía voluntaria» como cuerpo auxiliar de la Policía Nacional, compuesto por ciudadanos que prestarán servicio de manera voluntaria.
Aunque la figura de «policía voluntaria» no estaba contemplada en la Constitución anterior, Ortega ya la había mencionado en 2022 al referirse a los cuerpos que ayudaron a restaurar el orden tras la revuelta popular de abril de 2018. Según organismos humanitarios y opositores, estos civiles armados operaron como grupos parapoliciales y paramilitares en la denominada «Operación Limpieza», con la que el Gobierno sofocó las protestas.
Además, la reforma establece que el Estado vigilará que los medios de comunicación no estén «sometidos» a intereses extranjeros ni divulguen informaciones consideradas «falsas» y que atenten contra los derechos de los ciudadanos.
CONSOLIDACIÓN DEL PODER DE ORTEGA Y MURILLO
Daniel Ortega, de 79 años, gobierna Nicaragua desde 2007 y comparte el poder con su esposa, Rosario Murillo, desde 2017. Su permanencia en el poder ha estado marcada por denuncias de fraude electoral y la eliminación de la oposición política.
Desde 2007, Ortega ha promovido 12 reformas constitucionales, incluyendo una que le permite reelegirse indefinidamente, consolidando así un modelo de poder absoluto en Nicaragua.
Entra en vigor reforma constitucional que da poder total a Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua https://t.co/sV9Pt0zhVp
— Jose Vega🇻🇪 📣Social Media & Contenido (@josevega2503) February 19, 2025
